La 'comisión Balenciaga' llama a declarar a González de Txabarri

La comisión parlamentaria de investigación del caso Balenciaga decidió ayer cerrar las comparecencias de declarantes el próximo día 26 y comenzar a deliberar sobre los testimonios recibidos y las conclusiones que puedan extraerse de ellos el 1 de diciembre. La comisión se fijó esos plazos para asegurar que alcanza un veredicto antes de la disolución del Parlamento por las elecciones, prevista para principios de año.

De manera sorpresiva, los comisionados resolvieron en la reunión de ayer llamar a declarar el 26 al diputado general de Guipúzcoa entre 2003 y 2007, y antes diputado en el Congreso, el peneuvista José Juan González de Txabarri. Por contra, acordaron prescindir, al considerarlas ya poco relevantes, de las comparecencias de Iñaki Txueka, también ex diputado en el Congreso y ex concejal peneuvista de Getaria, y de su esposa, quien recibió uno de los pañuelos del modisto regalados a cargos públicos del PNV en la comarca y sus familiares.

Las deliberaciones comenzarán el próximo 1 de diciembre

Txabarri era el único de los responsables y ex responsables de las instituciones integradas en la Sociedad Berroeta Aldamar, encargada de construir el museo, que no figuró en la lista inicial de comparecientes. Sí estaban en ella tanto la consejera de Cultura, Miren Azkarate, como los sucesivos alcaldes de Getaria, las otras dos instituciones miembros de la sociedad, junto con la Diputación guipuzcoana.

La presidenta de la comisión, Onintza Lasa, de Eusko Alkartasuna, no precisó las razones por las que se ha incorporado a última hora esta comparecencia, pero el testimonio de Txabarri resultará significativo en un doble terreno.

Por un lado, era diputado en el Congreso en el momento en que su compañero de partido y entonces alcalde de Getaria Mariano Camio, con quien mantenía una estrecha relación, echaba los cimientos del proyecto de la Fundación Balenciaga. La negociación con el Ministerio de Cultura y la constitución de la fundación, con la participación de éste último -en contraste con la negativa de la entonces consejera de Cultura, Mari Carmen Garmendia- se fraguaron durante la primera legislatura del PP en el Gobierno central, en la que el PNV apoyó activamente a José María Aznar, empezando por votar su investidura, y a su ejecutivo.

Por otra parte, González de Txabarri era diputado general de Guipúzcoa cuando en 2005 entró en juego la Sociedad Berroeta Aldamar, que se hizo cargo de las obras del museo y se subrogó, sin revisarlos, los contratos que Camio había firmado hasta entonces.