El conflicto de Nissan llega al Parlament

El clamor de la plantilla de Nissan contra los despidos asaltó ayer el Parlament por la vía de la movilización y del debate parlamentario. Unos 1.800 trabajadores se manifestaron ante la sede de la Cámara baja para pedir que la Generalitat rechace de forma "contundente" el expediente de regulación de empleo (ERE) que ha presentado la empresa automovilística para eliminar 1.680 empleos en Barcelona.

Entre petardos, bengalas, pitidos y un férreo control policial, formado por más de 20 furgones antidisturbios de los Mossos, abundaron las consignas que pedían la dimisión del presidente catalán, José Montilla - incluyendo algunos insultos- y convirtieron la manifestación en un clamor para que éste pare el ERE.

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Apenas tres horas antes, el presidente tuvo que responder a varias preguntas sobre este conflicto, en la sesión de control al Gobierno catalán, y se comprometió a aprovechar el viaje previsto a Japón para reunirse con la cúpula del fabricante japonés y defender los puestos de trabajo en riesgo. Montilla aseguró que no dejará que Nissan aproveche las "circunstancias" de crisis para reducir plantilla. "El objetivo es muy claro: salvar y mantener los empleos", recalcó.

Cuatro representantes sindicales de Nissan le escucharon desde la tribuna de la sala gracias a la invitación de CiU. El presidente de la federación, Artur Mas, cargó contra Montilla: "Se va a París a ver el gran manager de Nissan-Renault y vuelve con las manos vacías, y le presentan el ERE después de volver de París".

Los sindicatos se reunieron tras la sesión con diputados de los grupos parlamentarios y después con la consejera de Trabajo, Mar Serna, y el de Universidades. Josep Huguet. Serna riñó a los sindicatos por la protesta del día anterior -se lanzaron vallas, botellas de vidrio y huevos contra las oficinas de la empresa en Barcelona- y les animó a buscar el "diálogo" con la compañía. En la sesión parlamentaria, también señaló que no le "temblará la mano" a la hora de rechazar los despidos de Nissan si no están justificados.

Estas promesas políticas serán reclamadas por los sindicatos. "Montilla dice que el ERE no puede ser aprobado sin un plan de futuro. Le hacemos preso de sus palabras y le pedimos que exija a la dirección de Nissan un plan de futuro", advirtió ayer Raúl López, secretario general de CC OO en Nissan. Y ese futuro, para los trabajadores, no pasa por potenciar el coche eléctrico del que habla el Gobierno central.

López y los representantes de UGT, USOC y CGT explicaron ayer a los diputados que no deben creerse el plan social que plantea la empresa junto con los despidos. "Hablan de que nos podremos recolocar en otras plantas de la firma, pero todas están igual, ¡cae por su propio peso! Y dicen que nos podremos recolocar en dos años. Si no hay plan industrial, ¿quién les va a creer?", inquirió el delegado de CC OO ante los manifestantes.