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720.000 euros de multa por un vertido de aceite a un arroyo

Javier Martín-Arroyo

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) prevé multar con 720.000 euros a la empresa portuguesa Sovena, responsable del vertido de más de 1.250.000 litros de aceite a un arroyo tras dos devastadores incendios el pasado julio en Brenes (Sevilla). El Ministerio de Sanidad retiró este aceite de girasol el pasado abril, al estar incluido en las partidas contaminadas por hidrocarburos llegadas desde Ucrania.

El aceite, que iba a ser reutilizado como biodiesel, contaminó un arroyo cercano al río Guadalquivir, ya que el pueblo carece de depuradora. Por este vertido, la CHG tramita un expediente sancionador de 600.000 euros "por falta muy grave" y 120.000 por los trabajos de reparación, que se prolongaron durante un mes y medio. La sanción es la más alta establecida y deberá ser aprobada por el Consejo de Ministros.

Todo apunta a que ambos incendios fueron intencionados, ya que el material no era inflamable, se produjo sin trabajadores en las cinco naves afectadas y con sólo tres semanas de intervalo. Un juzgado archivó la investigación al "no conocer la identidad de sus autores", pero otro juzgado aún investiga el segundo incendio. La empresa presentó alegaciones ante la elevada multa, al considerar que el fuego no fue resultado de ninguna negligencia, y ahora el organismo debe decidir si rebaja la sanción.

Apagado controvertido

Al parecer, la contaminación y la virulencia del siniestro se multiplicaron porque el apagado del incendio no fue idóneo. Los bomberos necesitaron seis horas para su extinción al utilizar agua, que multiplicó la fuerza del fuego. "Evidentemente, hay que utilizar espuma para sofocar un incendio así, para que no le entre oxígeno. El agua se va al fondo y aviva las llamas", explicó el suboficial del Parque de Bomberos de Madrid, Luis Ángel Millán.

Los Servicios de Extinción de la Diputación de Sevilla calificaron la actuación de "ejemplar". "La actuación fue correcta dada la concentración térmica, y no se llegó a utilizar espumas por decisión técnica", alegó la Diputación en un comunicado. Por su parte, el Sindicato Profesional de Bomberos censuró la utilización de 34 bomberos no profesionales de los 40 efectivos desplazados para el primer incendio. En el segundo fuego, los bomberos volvieron a utilizar agua para extinguirlo.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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