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Reportaje:Cambio en la Casa Blanca | Los derrotados

El peor chiste del Cavaliere

El comentario 'ingenioso' de Berlusconi sobre el color de Obama pone en aprietos a la diplomacia italiana

"Es guapo, joven, y además está bronceado". El chistecillo del primer ministro italiano Silvio Berlusconi sobre Barack Obama no tardó ni 80 segundos en dar la vuelta al mundo. De las risas de compromiso del auditorio del Kremlin, a la vergüenza de muchos italianos, que siguen pidiendo excusas y desmarcándose de su primer ministro a través de los medios internacionales.

"No somos todos iguales", escribe un lector italiano en la web de The New York Times. "Berlusconi es sólo el reflejo del racismo que se vive en Italia", explica otro. En Facebook, una de las mayores redes sociales en Internet, nació ayer un grupo llamado Perdona, Obama; Berlusconi es un coglione (gilipollas). En pocas horas, registró miles de adhesiones.

Mientras la tormenta se desencadenaba en Italia, el entorno de Obama ha guardado un silencio exquisito, a pesar de la insistencia de los periodistas en obtener una reacción. Pero la frialdad no escondió el malestar provocado por la battuta del Cavaliere. La diplomacia italiana, empezando por el embajador en Washington, Giovanni Castellaneta, trabajó a fondo durante todo el viernes para dar explicaciones al Partido Demócrata y minimizar los daños.

Por fin, a última hora de la noche, el presidente electo cogió el teléfono y llamó a Berlusconi. Eran las 22.10. Antes había hablado con todos los mandatarios del G-8 (Italia acogerá la próxima cumbre), más los de Israel, México, Egipto, Pakistán, Corea del Sur, Arabia Saudí, Polonia.... Berlusconi, gran amigo de Bush y de siempre un ferviente entregado y sumiso a la causa estadounidense, fue de los últimos.

La conversación, según fuentes del primer ministro italiano, fue larga y cordial, aunque no incluyó una referencia al chiste. Quizá porque Berlusconi, en vez de recular esta vez con uno de sus célebres desmentidos, ha optado por no enmendarla y por insultar a quienes atacan la falta de gracia y la torpeza política de su enésima gaffe: "Esos que me critican no saben lo que es el sentido del humor; son unos imbéciles y unos coglioni", dijo.

De vuelta de Moscú, Berlusconi pasó por Bruselas y dio una rueda de prensa que contribuyó a empeorar las cosas. Un periodista estadounidense de la agencia Bloomberg, Steve Scherer, le preguntó si había pedido excusas a Obama. Berlusconi, alterado, agredió verbalmente al informador: "Usted también está en ese grupo [de imbéciles]. Pídale excusas a Italia". Ayer, Scherer fue entrevistado por La Repubblica y dijo: "Eso no lo hace un estadista".

El rechazo en el país que ha recibido a Obama, según otra expresión berlusconiana, "como a un mesías", ha superado cualquier expectativa. Los articulistas de la prensa han sido feroces con el Cavaliere. "No es la chabacanada habitual a la que estamos resignados desde hace lustros, sino una afirmación empapada de racismo" (Curzio Maltese). "Es un bobo que no tiene talla para ser primer ministro" (Michele Serra).

Berlusconi sigue a lo suyo. El viernes, cuando los periodistas se le acercaron, comenzó a tararear Abbronzatíssima, una canción de Edoardo Vianello que hizo furor en 1963. Y les dijo: "¿No la tenéis en los oídos? Hacemos de todo por estar guapos y bronceados, él es incluso guapo y moreno. ¿Qué más queréis?".

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