California veta el matrimonio gay
La situación jurídica de las aproximadamente 18.000 parejas gays casadas en California se ha vuelto complicada después del 4 de noviembre. El pasado martes se votó, y se ha aprobado -con un 53% de los votos, según las estimaciones de ayer-, una enmienda para modificar la Constitución estatal e impedir las bodas entre personas del mismo sexo. Era la segunda vez que se votaba sobre la cuestión. En 2000 los californianos ya votaron a favor de una ley que definía el matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer, pero el Tribunal Supremo declaró la norma inconstitucional el pasado junio. Ahora los votantes han decidido cambiar la ley fundamental. Es el final de una dura y costosa batalla librada durante meses entre defensores de los derechos de los homosexuales y grupos religiosos y sociales conservadores.
Las parejas homosexuales no podrán seguir casándose en California por ahora, pero lo que no está claro es qué va a suceder con todas aquellas que ya lo están. El fiscal general de California, Jerry Brown, ha declarado que sus matrimonios seguirán siendo válidos y que estos cónyuges conservarán todos sus derechos. Algunos de los grupos de presión que han impulsado la enmienda están avisando de que darán la batalla. Piden al Supremo que deshaga su propio entuerto.
California no fue la única en prohibir el martes los matrimonios entre personas del mismo sexo. También lo hicieron Florida y Arizona. Estas enmiendas son preventivas, porque este tipo de bodas no están permitidas en ninguno de estos dos Estados. Y Arkansas ha aprobado una reforma constitucional por la cual ninguna pareja no casada podrá adoptar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.