La reunión parece espontánea. Un grupo cualquiera en torno a una de las fuentes de la Puerta del Sol. La plaza está llena, como siempre. Hay que fijarse para ver los termos con caldo de cocido. Las cajas con bocadillos y aperitivos de queso. Yogures.
Nunca le faltaron epítetos al Rayo Vallecano. "¡Es el único barrio con un equipo en categoría profesional!", presumen los unos. "¡Somos el orgullo del obrero madrileño!", apuntan los otros. Así fue el Rayo desde su fundación, en 1924, en casa de Doña Prudencia Priego.
REBECA CARRANCO | Madrid
500 vecinos de la avenida del Manzanares viven encajonados junto a un enorme almacén abandonado propiedad del Ministerio de Administraciones Públicas
Con las manos cruzadas sobre el vientre abultado, sentada en una silla de plástico, Miguela guarda la tumba de Francisco Santos, su marido. Una chaqueta de lana negra abotonada hasta el cuello, un jersey también negro y una falda del mismo color la protegen del frío, e indican su estado civil: viuda.
Cuando llegó a la joyería, el suelo estaba salpicado de cristales y porcelana rota, cuenta Eva María Palencia, encargada de la tienda de Galería del Coleccionista atracada. Un Seat León negro estaba empotrado contra el escaparate. El coche tenía el contacto de arranque manipulado.
ABEL GRAU | Madrid
Una exposición muestra la obra de Helmut Newton, el fotógrafo que enseño a mirar el desnudo femenino