Cansada de ser sencilla
Sí, sí, lo que llevaba ayer la cantante de CSS en la cabeza era un cucurucho de papel de plata. Con antifaz incluido. Ataviada con un chal azul y embutida en unas mallas estampadas de cuerpo entero, la pequeña chica que responde al nombre de Lovefoxxx danzaba de un lado para otro. "¡Vamos, Madrid!". En resumen, una technovedette esforzándose por parecerse a Björk. Ella sola acaparó ayer la atención de los 500 asistentes que llenaron la sala Caracol para ver al sexteto electrofestivo de São Paulo. ¿Por qué tanto despliegue verbenero? Porque el sonido de Cansei de Ser Sexy, (nombre que en brasileño quiere decir "Me cansé de ser sexy") no es en directo nada del otro jueves.
Los temas que en el iPod suenan a un electroclash simpático, en directo quedan muy deslavazados. A Lovefoxxx casi ni se la oye. Por eso hay que armar un despliegue visual que distraiga un poco. De ahí el montaje lumínico, la lluvia de globos y los disfraces. Las cuatro chicas y el chico, Adriano Cintra, que dirige todo esto, llevaban algún trozo de papel de plata adherido en alguna parte del cuerpo. "¡Venimos del espacio!". Ah, claro. Y ni aun así consiguieron una noche redonda (se pararon en mitad de una canción, Lovefoxxx casi se da un trompazo tras tropezar con los cables...).
Cansei de Ser Sexy
Sala Caracol (calle de Bernardino Obregón, 18). Aforo completo (500 personas).
Los asistentes disfrutaron durante la hora que duró el recital. Más con los temas del primer disco, Cansei de ser sexy (2006), que con los del nuevo, Donkey (2008). Los muy astutos de CSS se guardaron los ases para los bises. La despedida con Let's make love and listen to death from above y Alalala dejó buen sabor de boca a una velada irregular.
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