Marruecos como aliado agrícola
La intención de la Junta de crear una plataforma comercial en Tánger suscita recelos en el sector
La revisión del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Marruecos, actualmente en negociación, ha puesto en jaque a la industria agroalimentaria andaluza y, muy especialmente, al sector hortofrutícola, que teme un fuerte impacto por el aumento de la liberalización de los productos marroquíes. Sin embargo, de forma paralela a las negociaciones con la UE sobre el acuerdo con Marruecos, el Gobierno andaluz ha diseñado una estrategia que pasa por considerar a Marruecos un aliado agrícola. De momento, el consejero de Agricultura y Pesca, Martín Soler, ha avanzado la intención de su departamento de impulsar una plataforma comercial para que las empresas andaluzas aprovechen que el nuevo pacto con Europa eliminará los aranceles a la agroindustria así como el acuerdo preferencial en comercio que tienen Rabat y EE UU.
El tomate perdería 80 millones anuales si se libera el mercado marroquí
La contraprestación por el hecho de que los productos andaluces (se piensa sobre todo en transformados, desde conservas, lácteos o zumos envasados) entren libres de aranceles en Marruecos pasaría por lograr una mayor apertura de los mercados comunitarios a las frutas y hortalizas marroquíes. Pero la jugada de la Junta es aprovechar esa plataforma, que estaría ubicada en el puerto de Tánger, como puente para adentrarse en el mercado norteamericano. En todo caso, a falta de que se conozcan los resultados del estudio de prospectiva encargado por la Junta sobre los efectos de esa plataforma logística, el proyecto ha suscitado ya recelos en el sector agrícola andaluz. "La UE y Andalucía deben tener suficiente fuerza para no utilizar terceros países para introducir los productos agrícolas en Estados Unidos", señala Agustín Rodríguez, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Andalucía. Más crítica se ha mostrado ASAJA, que entiende que este asunto, "de no manejarse adecuadamente", puede favorecer a empresas que ya tienen intereses en el Magreb y convertirse en una seria competencia en especial para el sector oleícola.
Mientras tanto, la Junta ha instado a la UE a aprobar una lista de seis productos hortícolas andaluces para que sean considerados como sensibles y, por tanto, queden protegidos ante la liberalización del mercado marroquí. Se trata del tomate, calabacín, pepino y clementinas (con especial incidencia en Almería), la fresa de Huelva y los ajos de Córdoba. Si la UE cataloga a esos productos como sensibles, Marruecos estará obligado a cumplir un contingente y un precio mínimo de entrada en sus exportaciones o, en caso contrario, se expondrá a penalizaciones.
La Junta pone como ejemplo al tomate del impacto negativo de la liberalización del mercado marroquí. Martín Soler estima que las pérdidas en este cultivo serían de 80 millones de euros al año. Las exportaciones de tomate marroquí a la UE han crecido un 69% desde 1998 (más de 300.000 toneladas en 2007). El acuerdo preferencial que, hasta ahora, tiene Marruecos con los Veintisiete fija que este país pueda introducir en la UE unas 270.000 toneladas de tomate por debajo del precio internacional de entrada.
Exportaciones
Las exportaciones de productos agroalimentarios andaluces durante los siete primeros meses del presente año tuvieron un valor de 3.812,5 millones, frente a unas importaciones de 1.686,5 millones, por lo que la balanza comercial ofrece un saldo positivo de 2.126 millones de euros. Esta cifra supone un incremento del 5% respecto al mismo periodo de 2007. Estos datos, elaborados por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y la Consejería de Agricultura y Pesca, revelan que las ventas de alimentos y bebidas representaron más del 37% del valor total de las exportaciones de Andalucía entre enero y julio, cuyo importe total asciende a 10.272,6 millones de euros.
Durante el periodo analizado Andalucía ha exportado 3,2 millones de toneladas de productos agroalimentarios entre los que destacan por su volumen los tomates, con 423.690 toneladas; seguidos del aceite de oliva virgen (194.524 toneladas) y pimientos dulces (188.105 toneladas). Respecto al valor económico de los productos vendidos sobresalen el aceite de oliva virgen, con 560,5 millones; y los tomates frescos, con unas exportaciones de 356,6 millones.
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