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La celebración del 25-O

El tripartito y Aralar aseguran que, 'paso a paso', lograrán la consulta

Un millar de personas asisten en Vitoria a la lectura del manifiesto

La significativa alusión al "paso a paso" que acompaña al lema Hitza hitz (la palabra es la palabra)que da título al manifiesto leído ayer en la plaza de los Fueros de Vitoria, resume el espíritu con el que acudió ayer el millar de personas, convocadas por el tripartito y Aralar, a este recinto que recuerda, precisamente, los derechos históricos vascos. Paso a paso sugiere que la reivindicación de la consulta prohibida como expresión del derecho a decidir va a ser larga, va a requerir mucho tiempo y no desfallecer. Así lo declaró la portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azkarate, al afirmar tras el acto celebrado en Vitoria como colofón de las concentraciones iniciadas en Durango, que se trata del "primer paso para seguir manteniendo en el tiempo la exigencia de un derecho a decidir que, como ha dicho el lehendakari, ha venido a quedarse con nosotros".

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Sin embargo, el acto de Vitoria, la concentración destinada a aglutinar la representación institucional y de los partidos convocantes, no fue precisamente multitudinaria, tampoco entusiasta. Unas mil personas llenaban holgadamente, sin abarrotar, la plaza vitoriana. Algunas ikurriñas repartidas entre el público no ondeaban con la energía y entusiasmo de los actos reivindicativos. Alineados en el espacio de las gradas que rodean la escultura de Chillida, se vió a Ibarretxe acompañado de los ex lehendakaris, Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza, así como de los consejeros de su gobierno. También estaban los primeros espadas de cada partido compañados por sus dirigentes. Iñigo Urkullu del PNV; Unai Ziarreta de EA y Javier Madrazo de EB, además del coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, acompañado de Richard Irazusta responsable de Abertzalen Batasuna, el partido de la izquierda abertzale pacifista francés.

Todos ellos asistieron con atención a la lectura del manifiesto Hitza hitz, en el que afirman que "la imposición, la violencia y la prohibición, constituyen prácticas y decisiones sin futuro". Lo leyeron parlamentarios de las cuatro formaciones convocantes. En euskera, francés, inglés y castellano proclamaron cuatro síes: a la paz, al pueblo vasco, al diálogo político y al derecho a decidir. Y aseguraron que "en los comienzos del siglo XXI, no es posible imponer ni mantener en el tiempo estructuras políticas construidas desde la unilateralidad y el principio de veto, desde la proclamación de la soberanía española y francesa como únicas fuentes de legitimidad".

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El manifiesto también exige "reconocimiento y respeto entre las partes" y por lo tanto, "acuerdos que reconozcan la existencia de distintos sujetos políticos y permitan la articulación de un sistema de convivencia". Además, recoge el compromiso de los firmantes por la defensa de todos los derechos humanos, afirma que la paz es el principal objetivo y proclama que "ETA debe la paz a este pueblo".

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, que siguió la lectura del texto cerca del escenario, se mostró muy contento con el resultado por tratarse de "una iniciativa distinta, no una manifestación más". Una reivindicación hecha de forma "plástica" y cargada de efectos simbólicos al incluir a los electos vascos en torno al territorio donde se fueron dibujando las palabras Euska Herria. Aseguró que con ese acto tratanban de responder a quien ha prohibido la consulta que "el pueblo vasco no es una ensoñación, es una realidad, que proclamamos nuestra existencia".

Egibar dijo ser consciente de que la reivindicación contenida en el manifiesto requiere un camino "largo" porque la solución -una convivencia que tenga futuro- pasa por el reconocimiento de los sujetos políticos; consiste, en definitiva, en "pactar normas de convivencia desde el respeto, en plano de igualdad".

Richard Irazusta, de AB, declaró a EL PAÍS que, aunque él no pudiera votar por su condición de francés, era partidario de la consulta porque "es bueno que en Euskal Hrria se muevan las vías del diálogo". Mientras que Jon Abril, de Aralar, destacó la importancia de trabajar unidos por el derecho a decidir, pese a las diferencias.

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