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Educación obliga a estudiar euskera a 8.000 alumnos con el curso iniciado

El departamento suprime por sorpresa las exenciones para cursar el idioma

El Departamento de Educación, que encabeza Tontxu Campos, de EA, ha decidido empezar a aplicar este curso el nuevo sistema de exenciones de estudiar euskera, mucho más restrictivo que el que se hallaba en vigor hasta el momento. El problema es que ha tomado esta decisión cuando el curso ya había comenzado y alrededor de 8.000 alumnos se han matriculado bajo las pautas del sistema anterior, por el que se les eximía totalmente cada año del estudio y de la evaluación de la lengua vasca. Sus condiciones van a cambiar de forma radical a partir de ahora.

El viceconsejero de Educación, Pedro Otxoa, dictó el 22 de septiembre una serie de instrucciones para que se apliquen las exenciones recogidas en el currículo vasco de enseñanza obligatoria, aprobado en octubre pasado. El curso comenzó de manera oficial el pasado 8 de septiembre, pero las matriculaciones de los alumnos se formalizaron bastante semanas antes.

"No tengo nada contra el euskera, pero yo sólo estoy aquí de paso"
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La resolución del viceconsejero establece que la exención podrá extenderse a un curso, pero si el alumno sigue escolarizado dentro del sistema educativo vasco, el centro donde se halla matriculado debe prepararle un plan de trabajo individual por un máximo de dos cursos escolares. Al finalizar ese periodo, el estudiante debe incorporarse al curso que le corresponda y seguir el mismo ritmo de euskaldunización que lleven sus compañeros. En el caso de que sólo vaya a estudiar durante un curso en la comunidad autónoma, se le exime de la evaluación de la lengua vasca, pero no así de su aprendizaje.

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Hasta el momento, los colegios afectados habían echado mano del antiguo sistema porque lo dispuesto en el currículo no había sido desarrollado. Ello suponía pedir la exención año a año de los alumnos. La delegación de Educación, por lo general, las concedía sin mayores problemas, con lo que los alumnos quedaban dispensados tanto de la evaluación como de aprender el idioma cooficial. Pero una vez que la orden del viceconsejero desarrolla lo contenido en el currículo, todos los colegios se hallan obligados a modificar su procedimiento a contracorriente, con el curso ya empezado y sus planes elaborados.

Los 8.000 alumnos que el curso pasado se acogieron a las exenciones proceden de otras comunidades autónomas o de países cuyos padres han recalado en Euskadi por motivos de trabajo y que tienen en su horizonte más o menos inmediato regresar a sus lugares de origen. Una buena parte de esos alumnos son hijos de funcionarios del Estado y el resto lo suelen completar los inmigrantes, cuyas familias se mueven en la incertidumbre laboral.

Una funcionaria del Estado que ha recalado en Vitoria por motivos laborales, y que prefiere que su nombre no se haga público, ha matriculado a su hijo en un centro concertado con la exención de euskera. Y con el curso ya empezado se ha encontrado con "la sorpresa" de que han cambiado las condiciones. "No tengo nada contra el euskera, pero yo sólo estoy de paso en el País Vasco. He venido para un año y me vuelvo a Madrid. Prefiero que mi hijo aproveche el tiempo que ahora va a tener que dedicar al euskera a reforzar el inglés", apunta.

Con la aplicación del nuevo sistema de exenciones, ningún alumno del sistema educativo vasco se quedará sin recibir clase de euskera. En el mejor de los casos, los que las hayan solicitado porque van a permanecer en el País Vasco un año no tendrán nota, pero sí algún tipo de enseñanza.

De esta manera se cierra el círculo lingüístico tejido por el Departamento de Educación, que ha establecido en el currículo de Secundaria, en el decreto de Bachillerato y en el de Infantil que el euskera sea la lengua vehicular de la enseñanza. Sin embargo, esa es la teoría, porque hasta que no se apruebe la reforma del actual sistema de tres modelos lingüísticos, los colegios pueden seguir ofertando el modelo A (en castellano con el euskera como asignatura).

Campos está apurando su último cartucho para convencer a sus dos socios de Gobierno, el PNV y Ezker Batua, de las bondades de su proyecto de reforma de los modelos. Sin embargo, la legislatura se agota en el Parlamento y un proyecto de este calado exige tiempo y dedicación en el trámite en la Cámara. Y eso precisamente es lo que menos tiene el consejero en estos momentos.

Alumnos del colegio de Primaria Ramiro de Maeztu de Oyón, que por su proximidad a Logroño acoge a muchos niños de familias riojanas que no estudian euskera.
Alumnos del colegio de Primaria Ramiro de Maeztu de Oyón, que por su proximidad a Logroño acoge a muchos niños de familias riojanas que no estudian euskera.PRADIP J. PHANSE

Exenciones

- Modelo X. Todas las asignaturas se imparten en castellano. Se trata de una línea educativa que en su momento, cuando se implantó el actual sistema de modelos, estaba pensada para aquellos alumnos que sólo estaban de paso en el sistema educativo vasco o para los que presentaran especiales dificultades para aprender la lengua vasca.

- Alumnos. Unos 8.000 estudiantes quedaron el pasado curso eximidos del aprendizaje y de la evaluación de euskera. Algunos son hijos de funcionarios del Estado, cuyos padres se encuentran de paso en la comunidad, y una cifra importante son inmigrantes.

- El nuevo sistema. A partir de ahora, los alumnos sólo podrán estar exentos de la evaluación, pero sólo durante un año.

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