_
_
_
_
Reportaje:

Los cazadores de virus

Una red de 34 'médicos vigía' adelanta la incidencia y la evolución de la gripe para contribuir a orientar la gestión de los recursos sanitarios

Son 34 médicos. Se hallan situados estratégicamente en centros de atención primaria, consultas de pediatría y en residencias de ancianos. Atienden a una población de unas 52.000 personas. Son como una especie de antenas que permiten adelantar la incidencia de la gripe, su evolución y las características de esta enfermedad, que cada temporada causa más sobresaltos al sistema sanitario y más bajas laborales. Con la información que le proporciona esta red de médicos vigía, la Administración puede prever con tiempo la gestión de los recursos asistenciales.

La temporada de gripe comenzó la semana pasada, aunque su punto crítico llegará a finales de año y en las primeras semanas de 2009. La previsión del Departamento de Sanidad es que no sea una gripe severa, parecida a la del año pasado, que no llegó a la categoría de epidemia al quedarse por debajo de los 400 casos por 100.000 habitantes (389).

La red de gripe lleva ya una década funcionando de una manera regular

Los médicos que integran la red atienden a una población de unas 52.000 personas, representativa del resto de la comunidad en cuanto a edad, sexo y tamaño de las poblaciones. La red de gripe empezó a trabajar de manera regular en 1998. Todos los años funciona en un periodo muy concreto: a partir de la 40ª semana del año y hasta mediados de mayo. Los médicos siguen los mismos criterios a la hora de establecer que el paciente al que están atendiendo padece gripe. Deben recoger una serie de datos, como su edad, sexo, sintomatología, si existe alguna complicación y si están vacunados o no. Remiten la información al final de cada semana a las unidades de epidemiología, donde se trata y se analiza. La dirección de Salud Pública, de la que depende la red, explica que con esta información se puede calcular la incidencia de gripe en cada semana, al conocer el número exacto de pacientes que tiene a su cargo cada médico vigía. "Podemos monitorizar la enfermedad semana a semana. Si vemos que el pico empieza a subir, se toman medidas. Con estos datos, Osakidetza está más preparada para afrontar la enfermedad", señalan fuentes de Sanidad.

De un grupo de pacientes se toma un frotis, una muestra, y se envía en pocas horas al laboratorio de referencia de San Sebastián. Así, además de conocer cómo está afectando la enfermedad y a qué grupos de riesgo, los expertos conocen los virus que están circulando. En total, cada año recogen en torno a 300 frotis. Y se logra una tasa de aislamiento del virus del 55%, lo que permite analizarlo con mayor precisión. De todos los aislamientos de todas las redes que funcionan a nivel estatal y europe, se mandan algunas muestras a los laboratorios de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con esos aislamientos, se reúnen los expertos en marzo y se decide la composición de los virus de la vacuna antigripal que se empleará el año siguiente.

A lo largo de los años, la red de médicos vigía se ha usado para mejorar el conocimiento de diversos procesos agudos y crónicos, tanto de patologías infecciosas como no infecciosas. Los procesos estudiados en la red vasca han sido diversos: hepatitis A, neumonía, sarampión, obesidad,... En la actualidad se mantiene como estable el de la gripe y existen otros dos (diabetes y varicela) más intermitentes.

Marisa Etxebarria, doctora de atención primaria, forma parte de la red vigía desde que se constituyó formalmente en 1998. Tiene su consulta en el centro de salud de Abetxuko, en Vitoria, donde trabaja desde hace más de 20 años. "Se trata de ver la evolución que tiene la enfermedad y comprobar, cuando está en el momento más crítico, qué características tiene el virus que se da en esos momentos. Y prever las necesidades que se van a producir desde el punto de vista asistencial". El virus de la gripe es "muy cambiante", por lo que haciendo un seguimiento del tipo que se da se pueden ver las modificaciones que está experimentando y "plantearse cambios en las vacunas de los siguientes años", comenta.

Durante la consulta y en la temporada de gripe, si cree que el paciente al que está atendiendo es gripal, recoge sus datos y, en algunos casos, una muestra del frotis faríngeo. "Si no han pasado más de dos o tres días desde los primeros síntomas, tiene sentido hacer el frotis por si se puede aislar el virus", explica.

Etxebarria también realiza otras vigilancias, como la de la varicela. "Colaborar en la epidemiología es importante. De algún sitio tienen que salir los datos y es de los médicos que atendemos a los pacientes. Así empecé". Entonces, en 1998, tenía "menos sobrecarga laboral, menos presión de asistencia". Ahora resulta mucho mayor y "todo se complica". A pesar de ese esfuerzo, nunca ha pensado en dejar la red vigía. "Los primeros interesados en disponer de datos y ver cómo evoluciona la enfermedad somos nosotros, los médicos", concluye.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_