_
_
_
_
_

Betancourt dice que "hay que negociar con los terroristas"

La ex rehén colombiana habla en el Parlamento Europeo

El Parlamento Europeo vivió ayer una de las horas más conmovedoras de su historia, con profusión de lágrimas, en la sesión solemne protagonizada por Ingrid Betancourt a los tres meses de ser rescatada de la selva tras seis años largos de cautiverio. La ex rehén de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantuvo que "las democracias jamás deben ceder al terrorismo", pero abogó por el valor taumatúrgico de la palabra. Incluso con los terroristas: "Hay que negociar, negociar, negociar y negociar".

En varias ocasiones durante la lectura de su discurso -en francés, con un par de cortas interrupciones en español, una de ellas para leer una veintena de nombres de amigos aún rehenes-, la emoción embargó a Betancourt, hasta dejarle sin palabra, y con ella a buena parte de los asistentes, público y eurodiputados, que discretamente se limpiaban las lágrimas o prorrumpían en aplausos para dejar tiempo a la invitada a recuperarse.

La colombiana agradeció a la Cámara su apoyo moral durante el cautiverio, que conoció en la selva gracias a la radio, y abogó por la máxima firmeza de la democracia ante los terroristas.

Con un aire semizen y como flotando en espiritualidad, Betancourt presentó a la palabra como el arma decisiva contra la violencia y la injusticia. Preguntada en sala de prensa si hay que negociar con los terroristas, respondió: "Hay que negociar, negociar, negociar y negociar". Y explicó por qué: "No podemos dejar que las personas se vuelvan inaccesibles a la realidad. Dejarles solos en la locura. Tenemos que negociar porque es la mejor manera de salvar vidas".

Dijo hablar por experiencia propia, de alguien que había padecido aislamiento y se le había negado la palabra durante mucho tiempo. "Lo que uno diga, la forma, el momento... puede cambiar la manera de ver de una persona", insistió. "Se tiene que hablar con todo el mundo, en particular con los terroristas".

Betancourt, secuestrada el 23 de febrero de 2002, cuando hacía campaña para la presidencia de Colombia, ha renunciado a la actividad política convencional. "La política tal y como se hace en el mundo no me gusta", dice. "No es el instrumento adecuado para resolver los problemas que nos aquejan. Hay muchos intereses, agendas ocultas y oportunismo". Lo suyo es, franciscanamente, la palabra: "A través de la palabra puedo llevar a los colombianos a una reflexión tranquila para conseguir cambios".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Betancourt, en la Eurocámara.
Betancourt, en la Eurocámara.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_