Crecimiento nulo o negativo en la segunda parte del año

"El ajuste es inevitable. La crisis se debería evitar", aseguró ayer Miguel Ángel Fernández Ordóñez para tratar de zanjar el debate semántico sobre los problemas de la economía española. Pero el ajuste será doloroso: el gobernador del Banco de España adelantó que las tasas de crecimiento intertrimestral serán "nulas o incluso negativas" en el segundo semestre.

La debilidad se prolongará a lo largo de 2009 ante el pinchazo inmobiliario y la crisis financiera internacional. "Una economía como la española, que ha estado financiando fuera de sus fronteras un porcentaje importante del gasto, difícilmente puede aislarse de las consecuencias de cambios de tanto calado", indicó.

Además de las turbulencias financieras, "el paro es la gran tragedia desde el punto de vista económico", afirmó el gobernador. "La rapidez e intensidad en la respuesta del empleo -principalmente en el sector inmobiliario- está amplificando la corrección del sector residencial sobre el conjunto de la economía", explicó. Con el aumento del temor a perder el empleo sube el ahorro y se reduce el consumo privado y, con él, la inversión empresarial. Sólo las exportaciones pueden ayudar a la economía española a mantener el pulso.

Fernández Ordóñez calificó los Presupuestos de 2009 como "neutrales o moderadamente restrictivos". "Si empeora la situación, con los estabilizadores automáticos [la prestación por desempleo y otros gastos] se convertirán en ligeramente expansivos", dijo. Y tras el diagnóstico, dio los consejos habituales: acabar con las cláusulas de revisión salarial, mejorar las políticas activas de empleo, incentivar el alquiler e introducir más competencia en servicios y energía.