Unilever cierra su histórica planta catalana de helados Frigo con 268 empleos

Frigo echa el cierre. La multinacional Unilever, dueña de la marca nacida hace 81 años en Barcelona de la mano de una pequeña industria familiar, ha presentado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a toda la plantilla de su planta en la capital catalana. Ésta suma 268 personas, con una edad media de entre 45 y 55 años. El 80% son mujeres.

Una fúnebre asamblea celebrada ayer, marcada por las caras de estupefacción, señaló el inicio del fin de la última planta de Unilever en España. "Rechazaremos el expediente, y ya podemos avanzar que habrá movilizaciones", aseguró a este diario desde la federación agroalimentaria de UGT de Cataluña José Espigares, tras informar de que la planta no pierde dinero.

El ERE ya ha sido presentado ante la Generalitat, pero la empresa dijo ayer que "está estudiando todas las posibles opciones para minimizar el impacto" del cierre y prepara "planes sociales". Contempla jubilaciones y ventas de activos.

Los fabricantes de helados han lamentado que el pasado verano "se resintieran mucho las ventas" en España, pero los problemas de Frigo no van ligados a la demanda, sino a la sobrecapacidad de su planta catalana. La producción será absorbida por la planta de Alemania.

Según la multinacional, que el verano de 2008 anunció una reestructuración global que implicaba 20.000 despidos, 12.000 de ellos en Europa, la fábrica del barrio del Poblenou "es la más desaprovechada y funciona al 50% de su capacidad". Sus problemas de costes elevados tienen que ver con ello y con su reducido tamaño: la de Barcelona es la planta de helados más pequeña de las 10 con que cuenta en Europa, organizadas en red de modo que cada una tiene asignada varias líneas y manda sus productos a toda Europa. Si en Barcelona se producen 35,3 millones de litros, en la fábrica italiana del grupo la cifra asciende a 158. Y el hecho de que la fábrica catalana esté ubicada en medio de la ciudad dificulta su ampliación.