Los padres de un bebé muerto denuncian al hospital por negligencia

Todo parecía ir bien. El embarazo de Marta, administrativa de 29 años, transcurría sin problemas. Pero el bebé venía de nalgas, así que se programó una cesárea para el día 23, el martes pasado, a mediodía. Tras el parto, y siempre según el relato de la familia, los sanitarios se llevaron a la niña. Tenía el fémur roto. Le pusieron un vendaje en las piernas y dijeron a los padres que la pequeña se recuperaría en un par de semanas. Que no se preocuparan, que no le quedarían secuelas.

Cuatro días después, la niña, la primera hija de Marta y de Javier, informático de 38 años, falleció en la UCI del hospital privado Nisa Pardo de Aravaca. La causa de la muerte, según consta en el certificado de defunción al que ha tenido acceso EL PAÍS, fue una "parada cardiaca" provocada por un "shock de probable origen séptico". Es decir, una infección. Eso fue lo que los médicos del hospital contaron a los padres, según relató ayer una portavoz de la familia.

Esa noche, los padres presentaron una denuncia en el juzgado de guardia, el número 48. "Creo que puede haber una doble negligencia, ya que durante el parto por cesárea le fracturan un fémur", asegura en el texto el padre de la pequeña. "A partir del tercer día, la niña comienza a vomitar la comida. El cuarto día se pone amarilla y fallece por infección, por lo cual solicito autopsia", concluye.

La autopsia se realizó ayer por la mañana. Tras conocer los resultados preliminares, la familia seguirá adelante con la denuncia. Está convencida de que la muerte no se debió a una infección y que fue "traumática". Este periódico trató de contactar con los responsables del hospital, pero la centralita estuvo comunicando toda la tarde de ayer.