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Un gigante exportador bajo sospecha

Velas, luces de Navidad, juguetes o cosméticos. Los productos made in China invaden poco a poco los mercados (el país representa casi el 10% del comercio mundial), pero no consiguen eliminar la imagen de baja calidad o, peor aún, de peligrosos.

El sistema de alerta para productos no alimentarios de la UE lo atestigua. En su último listado figuran 17 alarmas, de las que 10 corresponden a artículos fabricados en China. Pinturas o aditivos tóxicos (como los 1,7 millones de zapatos retirados ayer en Italia), empalmes eléctricos no protegidos o piezas que se desprenden son una constante. En España, por ejemplo, se han localizado unos arcos infantiles potencialmente peligrosos para los niños.

En las últimas cuatro semanas, la UE emitió por estas causas 130 alertas. De ellas, 83 sobre productos chinos. La situación ha empeorado respecto a 2007. Entonces, en el mismo periodo (el mes de septiembre) la UE emitió 69 alertas, un 49% por productos chinos. Eso quiere decir que en un año el número de advertencias ha aumentado un 88%; en cambio, los avisos motivados por artículos made in China crecieron un 102%. El aumento del comercio del gigante asiático va acompañado de una mayor entrada de productos peligrosos.

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