Corea del Norte retira el precinto de su central nuclear
El régimen cierra el acceso a los inspectores de la ONU
Corea del Norte ha vuelto a las andadas. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) anunció que, según las órdenes recibidas del régimen dictatorial de Kim Jong-il, retiró ayer los precintos y las cámaras de vigilancia de la central nuclear de Yongbion, colocados tras el acuerdo de febrero de 2007, ahora roto, para desmantelar el programa norcoreano de armas atómicas.
EE UU afirma que las medidas no suponen la ruptura de las negociaciones
Pyongyang cerró el acceso a los inspectores del OIEA al complejo y anunció que en una semana volverá a introducir material nuclear en esa planta de reprocesamiento de uranio, en la que se fabricaron entre 2003 y 2006 de seis a ocho bombas atómicas, según los servicios de inteligencia occidentales.
El país más aislado del mundo, que atraviesa una situación política delicada debido al supuesto infarto sufrido en agosto pasado por su líder, llevaba años negociando el acuerdo de desnuclearización con Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Rusia y China. Según Pyongyang, su decisión de poner nuevamente en marcha Yongbion obedece a que Washington ha incumplido el compromiso de retirar a Corea del Norte de la lista de países que apoyan el terrorismo. Aunque con retraso sobre lo previsto, Pyongyang remitió en junio pasado todos los detalles de sus instalaciones nucleares, pero EE UU quiere establecer un sistema de verificación antes de abrir las puertas de la comunidad internacional a ese Gobierno.
A finales de 2002, el régimen de Kim Jong-il lanzó un órdago semejante, que propició una peligrosa escalada. Tras romper los precintos de Yongbion y expulsar del país a los inspectores del OIEA, en enero de 2003 Corea del Norte abandonó el Tratado de No Proliferación nuclear e inició una carrera armamentista que culminó con un ensayo atómico en octubre de 2006.
La secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, que asiste en Nueva York a la Asamblea General de Naciones Unidas, declaró que las medidas adoptadas por Pyongyang no significan "para nada" que se hayan roto las negociaciones a seis bandas. "Hemos atravesado antes altibajos en este proceso", subrayó. Pero Rice añadió que la actuación de Corea del Norte "sólo ahondará más su aislamiento", informa Reuters.
En Viena, donde el OIEA tiene su sede, el desafío de Pyongyang fue visto con pesimismo. "Reiniciar el reprocesamiento pone en duda todo el acuerdo a seis bandas", dijo a Efe un diplomático cercano a este organismo de Naciones Unidas. Antes de introducir nuevo material nuclear en Yongbion, el Gobierno norcoreano deberá quitar los precintos del depósito de combustible nuclear ya usado. En junio pasado, Pyongyang destruyó la torre de refrigeración de Yongbion como muestra de su voluntad de cumplir el compromiso de finalizar el programa militar atómico.
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