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Reportaje:Empresas & sectores

Repsol se hace más portuguesa

Invierte 1.000 millones de euros en ampliar su petroquímica de Sines

La apuesta de Repsol en Portugal va en serio. Esta semana, el presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, puso la primera piedra de la ampliación del complejo petroquímico en la ciudad portuaria de Sines, a 150 kilómetros al sur de Lisboa. Repsol invertirá más de 1.000 millones de euros, cantidad superior a los 850 millones presupuestados hace dos años. El proyecto es uno de los diez más importantes que tiene la compañía en todo el mundo y forma parte del plan estratégico (2008-2012) para el próximo quinquenio, con una inversión presupuestada de 32.800 millones de euros.

Las cifras que maneja la petrolera dan cuenta de las dimensiones del envite: una facturación anual superior a 1.200 millones de euros, de los que el 80% se destinará a exportación; 500 nuevos puestos de trabajos directos e indirectos cuando las fábricas estén en plena actividad y 1.500 durante la fase de las obras de ampliación, según cifras de la compañía.

La ampliación del complejo de Sines contempla la construcción de tres nuevas fábricas, una de energía eléctrica y dos de nuevos productos plásticos (polietileno linear y polipropileno), así como la ampliación en más del 40% de la producción del cracker actualmente en funcionamiento, hasta las 570.000 toneladas por año.

Con esta inversión, el complejo duplicará su producción actual, y llegará al millón de toneladas de olefinas y un volumen similar de poliolefinas. "El complejo petroquímico de Sines dejará de ser un mero exportador de materias primas y aumentará significativamente el valor añadido al utilizar toda la producción de etileno y propileno del cracker en las nuevas fábricas de poliofelinas", señalan fuentes de la petrolera.

Pero no todo son flores para el proyecto. El alcalde de Sines, Manuel Coelho de Carvalho, estima que la ampliación de la planta creará poco empleo y, en cambio, tendrá un impacto ambiental tremendo. "Estas inversiones beneficiarán más al país que al municipio de Sines o a la región del litoral alentejano", dice el alcalde, que pide compensaciones al Gobierno para proyectos de desarrollo sustentable.

El primer ministro portugués, José Sócrates, y su ministro de Economía, Manuel Pinho, se desplazaron a Sines para arropar a Brufau en la presentación del proyecto. Toda una señal de la importancia que otorga el Gobierno luso a los movimientos de Repsol. Desde los años sesenta, Portugal alberga el sueño de convertir Sines en uno de los mayores complejos petroquímicos de Europa. Hoy está más cerca de hacerse realidad, según confesó el ministro Pinho.

En su visita a Portugal, Brufau negó enfáticamente las informaciones que apuntan a una posible fusión entre Repsol y Galp, la petrolera portuguesa. Las dos compañías tienen activos en Brasil, lo que ha dado pie a especulaciones sobre una futura colaboración en investigación y exploración petrolera. Brufau se limitó a señalar que ambas empresas se sienten cómodas con lo que tienen en Brasil. Fuentes de Galp han admitido la existencia de conversaciones entre las dos compañías para acudir conjuntamente a licitaciones en Brasil a finales de este año.

El primer ministro, José Socrates, y el presidente de Repsol en Sines.
El primer ministro, José Socrates, y el presidente de Repsol en Sines.

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