Pesca concluye los análisis de las vieiras decomisadas

La Consellería de Pesca confirmó ayer que ya fueron remitidos al Seprona de la Guardia Civil los resultados iniciales de los análisis de las partidas de vieiras decomisadas en la operación policial que destapó una red que presuntamente comerciaba con moluscos sin depurar extraídos ilegalmente de la ría de Ferrol. Fuentes de la Fiscalía explicaron que tomando como referencia esos controles analíticos realizados por el Instituto Tecnolóxico do Mar (Intecmar) se podrían realizar nuevas imputaciones en la causa judicial abierta en Ferrol que provocó la detención de la restauradora Toñi Vicente; Ramón Queiro, distribuidor de la empresa de Santiago Comercial Xanquei, y seis mariscadores furtivos como parte de esta trama, en la que también están imputados otros dos hosteleros de Poio y Sanxenxo por un presunto delito contra la salud pública.

"Los análisis nos dirán si la vieira es de aquí o importada como sostienen algunos" señala el fiscal. El documento será remitido al juzgado de Instrucción número tres de Ferrol. La extracción de este molusco está prohibida en las rías gallegas por los elevados niveles de toxina amnésica (ASP).

Contra el furtivismo

Doce días después de que se pusiese en marcha la operación, la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, se desplazó ayer a Ferrol en su primera visita oficial en tres años y medio de Gobierno. La reunión de la titular de Pesca con la nueva dirección de la cofradía ferrolana aspira a zanjar muchos años de conflicto entre los mariscadores y la administración autonómica, con enfrentamientos en las calles y en los tribunales, y abrir un frente común para erradicar el furtivismo en la ría.

Los patrones de los tres pósitos de la comarca -Ferrol, Barallobre y Mugardos- acordaron esta semana rediseñar los horarios de vigilancia y reforzar el control nocturno, al tiempo que reclamaron a la Xunta más medios para combatir el marisqueo ilegal en una ría "pequeña, pero muy productiva y con los bancos muy dispersos". Diez personas (seis en Ferrol, y dos en Fene y Mugardos) se ocupan de controlar los dos márgenes de la ría, en la que trabajan más de 700 mariscadores con carné. El patrón ferrolano, Julio Videira, estima que se necesitan "entre seis y ocho más", aunque valoró la "buena disposición" de la conselleira para "enterrar el hacha de guerra".