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La protección de Meirás no afectará a las fincas colindantes

El alcalde de Sada reúne a los vecinos para tranquilizarlos

Los vecinos de la familia de Francisco Franco en Meirás no sufrirán nuevas expropiaciones forzosas, ni restricciones urbanísticas como hace 70 años cuando fue donado al dictador, en plena Guerra Civil, el pazo y los jardines de esta parroquia rural de Sada (A Coruña). La pretensión de la Xunta de proteger la propiedad con la declaración de Ben de Interese Cultural (BIC) tendrá nula afección sobre el vecindario, aseguró ayer el alcalde, el nacionalista Abel López Soto, en la multitudinaria reunión que mantuvo con los residentes de Meirás. El expediente que tramita la Consellería de Cultura para reforzar ese patrimonio y darle un mínimo uso público no afecta a la capacidad de edificación en el entorno del pazo, insistió López.

El regidor, con esta reunión en la que se sirvió de una pantalla conectada a un ordenador para reforzar sus explicaciones, salió así al paso del temor que corrió como la pólvora desde que la Xunta abrió, el pasado 12 de agosto, el expediente para reforzar la protección del patrimonio de Meirás. El Partido Democrático Sada Popular (PDSP), liderado por el que fue alcalde durante casi 30 años y gran amigo de la familia Franco, Ramón Rodríguez Ares, difundió en el vecindario del pazo que la declaración BIC conllevaba expropiaciones de fincas o la prohibición de cualquier construcción en el entorno del singular castillo de tres torres y sus jardines, una propiedad de 66.000 metros cuadrados.

Meirás es una zona rural y residencial, con viviendas unifamiliares, en las que ya no era posible, de acuerdo con las normas subsidarias de urbanismo de esta localidad costera de 1997 que ya establecían como elemento protegido el pazo y los jardines que heredaron los descendientes de Franco, construir "un edificio de 20 plantas", destacó el alcalde. "No se puede, ni ahora, ni antes, hacer una pantalla que impida la visión", afirmó, de la singular fortaleza de tres torres ideada por la escritora Emilia Pardo Bazán a finales del siglo XIX.

La declaración BIC, cuya tramitación está ahora en la fase de información pública y contra la que se puede presentar alegaciones hasta el 12 de septiembre, tan sólo aumenta el perímetro en el cual vecinos y propietarios, para construir cualquier edificación, deberán contar con la autorización de Patrimonio de la Xunta, a mayores del obligatorio permiso municipal. La Consellería de Cultura espera cerrar este expediente y reforzar la protección del pazo en pocos meses.

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