Versión roble

Vinícola de Tomelloso, fundada en 1988, es una cooperativa que ha sabido conjugar acertadamente la economía social con la batalla por la calidad en un mercado que pide y espera de este tipo de empresas producción y bajos precios. Claro que se trata de tan sólo 50 clarividentes socios a cuya iniciativa se debe una valiente reestructuración de sus viñedos -2.500 hectáreas-, la mejora en los cultivos, la introducción de varietales foráneos de reconocido prestigio y garra comercial como cabernet sauvignon y la vinificación más avanzada de la mano de enólogos audaces y rigurosos como Felipe Blanco, primero, y ahora, Javier Nieto, que ha dado un nuevo impulso renovador a sus vinos.

Así, junto a los graneles, de excelente calidad por otra parte, han surgido vinos tan sorprendentes y multipremiados como el blanco Añil y el tinto Abrego, a los que se añade Torre de Gazate, el buque insignia de una armada cuya travesía va decididamente del granel al vino con identidad. Ahora sacan al mercado una versión roble, es decir, con ligera crianza en barrica, que marca la diferencia.

Es un tinto moderno, de impactante y limpia carga frutal (bayas silvestres) enriquecida con notas, insinuadas pero que configuran un panorama olfativo elegante y profundo, de flores, especias y balsámicos. Boca con cuerpo, fresca, afrutada, viva y sabrosa que aún necesita tiempo para madurar.