BNG y PNV coordinan posiciones para negociar los Presupuestos con el PSOE

BNG y PNV están sondeándose mutuamente para explorar la disposición de cada uno de ellos a negociar el apoyo que el PSOE necesita para sacar adelante el proyecto de Presupuestos del Estado para 2009. Los contactos no implican la intención de defender una posición común, sólo tratan de conocer las posibilidades de un acuerdo a tres antes de ponerse a negociar, cada uno por su cuenta, con el PSOE.

El resultado de las elecciones generales del pasado marzo concedió a los socialistas 169 diputados, siete menos de los que necesita para asegurarse el control del Congreso. La fórmula más sencilla de asegurar la estabilidad parlamentaria del Gobierno pasa por sumar a los diputados del PSOE los seis escaños del PNV y los dos del Bloque, que juntos suman uno más que la mayoría absoluta de la Cámara.

En el Bloque dicen que Touriño teme que un acuerdo le perjudique

Los nacionalistas vascos y gallegos cuentan con que Convergència i Unió, con 10 escaños, no pactará con el Gobierno de Zapatero mientras los socialistas catalanes sigan al frente de la Generalitat en coalición con Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, lo que les convierte en la única salida del PSOE para sacar adelante unos Presupuestos que todos los partidos consideran de vital importancia para hacer frente a la crisis.

Las dificultades para cuajar un acuerdo no proceden del BNG, que en el pasado ya aprobó los Presupuestos del Estado, comparte gobierno en Galicia con el PSdeG y cuyo líder, Anxo Quintana, ha expresado reiteradamente su disposición a negociar acuerdos. Sus condiciones son conocidas: que el 8% de las inversiones del Estado sigan teniendo a Galicia como beneficiaria y que el conjunto del dinero destinado a la comunidad gallega no sufra ningún recorte.

Tampoco parece haber problemas por parte del PNV, cuyo presidente, Íñigo Urkullu, ha expresado al Bloque el interés de los nacionalistas vascos en alcanzar un pacto, según fuentes de la dirección del BNG. El principal obstáculo que impide al PSOE buscar abiertamente un acuerdo con el PNV es, en estos momentos, la consulta que el lehendakari Juan José Ibarretxe quiere llevar a cabo en octubre (y que ha sido suspendida preventivamente por el Constitucional).

Los nacionalistas gallegos consideran inevitable que el PSOE acabe llegando a un acuerdo con ellos porque Zapatero, aseguran, no puede arriesgarse a tener que prorrogar los Presupuestos en medio de una crisis que amenaza con convertirse en recesión. De hecho, en la dirección nacionalista sospechan que si el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, está considerando la posibilidad de adelantar las elecciones no es porque tema a la crisis o porque no quiera que los comicios gallegos coincidan con los vascos, sino porque teme que el BNG se vea favorecido en las urnas si alcanza un pacto para los Presupuestos con el PSOE.

El acuerdo que alcanzó Quintana con Zapatero el año pasado para desbloquear varias transferencias a cambio del respaldo del Bloque a la ministra de Fomento levantó ampollas en la dirección de los socialistas gallegos y puso a Touriño una posición incómoda porque trasladaba a la opinión pública la idea de que el BNG influye cada vez más en la política estatal.