El sarcasmo de don Ramón
Los esperpentos de Valle-Inclán regresan a la pantalla con García Sánchez y Azcona
"La cultura española, el cine español, no ha devuelto aún a don Ramón todo el amor que él le dio". José Luis García Sánchez (Salamanca, 1941) se emociona cuando habla de Ramón del Valle-Inclán. "Es sin duda el mejor autor dramático de su tiempo. Fue director de teatro, actor, escritor, poeta. En vida, sólo le estrenaron, y mal, cuatro obras. El mejor teatro que se ha hecho nunca en España es de Valle-Inclán". García Sánchez está dispuesto a sacarle del olvido y ponerle en el lugar que se merece.
'Martes de carnaval' entra de lleno en los años convulsos de 1928 a 1931
Tras sus dos anteriores adaptaciones (Divinas palabras y Tirano Banderas), García Sánchez unió su admiración y sus fuerzas con Rafael Azcona para llevar al cine Esperpentos, basada en la trilogía Martes de carnaval. El guión original, firmado por los dos, se convirtió poco después, por recomendación de Televisión Española, en una serie de tres películas: Las galas del difunto, Los cuernos de Don Friolera y La hija del capitán, que ayer se proyectaron en la clausura del curso Cine y Literatura, en Comillas (Cantabria). Ahora, el proyecto vuelve a sus orígenes y García Sánchez prepara un montaje para hacer realidad la película para la gran pantalla, que su productor Juan Gona espera estrenar el próximo otoño. "No será únicamente un montaje con las tres películas; intentaré un invento nuevo, daré una vuelta más, procuraré que sea azconiana", asegura, de nuevo rebosante de admiración, García Sánchez. Lo que sí tiene claro el director es que esta última adaptación de Valle-Inclán es con la que más libre se ha sentido. "Es la más valleinclanesca".
El nombre del dramaturgo se une en Esperpentos con otro de los grandes. Rafael Azcona, fallecido en marzo pasado, no vio las películas terminadas -"no tenía cuerpo para ello, aunque sí vivió todos los preparativos", dice García Sánchez-, pero su sello está en cada uno de los diálogos y sarcasmos de las escenas.
Con un presupuesto de 3,2 millones de euros y realizado, según su director, totalmente al margen del mercado -"aún hay tiempo de buscar el espacio para películas que no deban ser obligatoriamente de 90 minutos, en el color que determinen las modas de las emulsiones y con el final retóricamente feliz que dispongan las últimas tendencias"-, el proyecto ha contado con una cooperativa formada por Juan Gona, el propio García Sánchez y Juan Luis Galiardo y Juan Diego, también intérpretes en el filme. No ha sido menor la complicidad de toda una larga serie de actores que han trabajado cobrando muy por debajo de sus honorarios normales. Pilar Bardem, Adriana Ozores, Manuel Morón, Antonio Dechent, María Pujalte, Magüi Mira y Lara Grube son algunos de los nombres que aparecen en la serie. "Han cambiado un buen papel por un mal sueldo", resalta orgulloso su director.
Martes de carnaval, uno de los dos trabajos todavía inéditos de Azcona, junto con Los girasoles ciegos, combina el blanco y negro con el color y la ficción con imágenes documentales. Con el hilo conductor de dos "estupendos estrafalarios", Jesús Franco y Julio Diamante, Martes de carnaval recorre el teatro leído de Las galas del difunto, el teatro representado de Los cuernos de Don Friolera y el cine de La hija del capitán. La trilogía entra de lleno en los años convulsos entre 1928 y 1931, los que van desde la dictadura de Primo de Rivera hasta la proclamación de la República.
Y García Sánchez se rinde ante la evidencia. "Por encima de todo, admiro de don Ramón su compromiso. Cuanto mayor era más comprometido con su tiempo, más rebelde, más defensor de lo moderno. Es algo insólito. Don Ramón es el gran rompedor, el hombre que supo conectar como nadie con la sociedad de su tiempo. En sus tertulias en los cafés dejó las semillas de lo que un día sería nuestro cine".
Babelia
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