"¿No ha defraudado nunca a Hacienda? Es lícito"

El gerente de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios (EMSF), Juan Antonio Valdivia, ha sido juzgado por la privatización parcial de esta empresa municipal en 1992. Funespaña, propiedad suya en aquel momento, adquirió el 49% de la funeraria local por 0,6 euros. La sentencia de la Audiencia Provincial lo declara inocente, pero sugiere que cometió falsedad documental y fraude a la Hacienda, aunque estos delitos no tuvieron que ver con el proceso de privatización. Valdivia rechaza todas las acusaciones. "No he sido condenado". Según él, la sentencia no le atribuye ningún delito. "¿Dónde están, en qué página?", insiste. Cuando se le recuerda que la sentencia sugiere que cometió un fraude contra la Hacienda en 1993, responde: "¿No ha engañado nunca a Hacienda? Es lícito".

Pregunta. El caso Funeraria se ha prolongado más de 15 años. ¿Cómo ha afectado a la empresa?

Respuesta. Estamos todos confundidos. En 1993, IU presentó una querella y se archivó. En 1994, interpuso otra en la Fiscalía de Madrid. Volvió a archivarse. El proceso no ha durado 15 años. Ha durado 15 años la persecución de IU en contra de Funespaña, que es distinto.

P. ¿Qué opina de la sentencia?

R. No soy jurista, soy funerario. El fallo es muy claro. No he sido condenado por nada. De la sentencia, lo que vale es el fallo. Estoy convencido de que Luis María Huete [vicealcalde en el momento de la privatización y condenado por prevaricación] no cometió ninguna irregularidad.

P. Sin embargo, la sentencia sí reconoce que hubo delitos.

R. Me gustaría que se explicara dónde y en qué página dice que yo o mi hermano hemos cometido un delito [Ángel Valdivia también ha sido juzgado por el caso]. Porque yo me la he leído un montón de veces. Lo único que dice es que hay prescripción y que podría haber algo por un entramado de sociedades de 1993 en un tema fiscal. Eso no es de la empresa mixta, ni de Funespaña. ¿Que tres delincuentes estamos en la funeraria? ¿Dónde está, en qué página?

P. En la sentencia se explica que cometieron delitos contra la Hacienda pública.

R. ¿No ha engañado nunca a Hacienda o ha intentado pagar un poquito menos? Es lícito. La ley lo permite. Quién no lo ha intentado: ¡A ver si cuela esto y no me pillan! Nos han dicho que lo teníamos todo correcto. En 1994, 1995 y 1996 no había delito. En 1993 podría haberlo, pero está prescrito.

P. ¿Y la falsedad documental?

R. No se produjo ninguna falsedad documental. El proceso era complejo y por eso la redacción de la sentencia no es la más correcta. No hay delito. No se tenía ni que haber juzgado eso.

P. ¿Siente que ha sido perseguido?

R. Jurídicamente, sí. Personalmente, siempre he tenido la misma tranquilidad. No cometí ninguna irregularidad, y eso me da fuerza y tranquilidad.

P. ¿Se arrepiente de algo?

R. De nada [silencio]. En absoluto. Y me siento muy orgulloso de venir a esta empresa en 1993, cuando me hice cargo, el 1 de enero. Con un pastel de 16.000 millones de pesetas [96 millones de euros] de trampa, y sacarla adelante. El dinero que ha cobrado el Ayuntamiento en este tiempo es de cerca de 30 millones de euros por dividendos. Y no ha puesto un duro. Tenemos en reserva unos 48 millones de euros. Que son el 51% del Ayuntamiento de Madrid y el 49% de Funespaña. Eso fueron las 100 pesetas.

P. ¿Cómo se siente cuando la oposición pide su destitución como gerente de la EMSF?

R. Desde marzo de 1993 han estado pidiendo mi cese. Si fuera bueno para la compañía, estupendo. De mi puesto puede disponer siempre la empresa. Pero el PSOE e IU lo llevan pidiendo desde 1993. Soy un gestor molesto. Esta empresa va mal desde 1985, cuando le dieron los cementerios [la gestión y mantenimiento de los camposantos municipales] sin darle un duro. Soy un gestor molesto porque cogí una empresa que estaba en ruina con pérdidas todos los años y pasó a dar beneficios. ¿Quién la llevaba? ¿Algún funerario? No. Gente puesta por los equipos de gobierno de cada momento, pero no por profesionales.

P. ¿Considera que el caso es un asunto político?

R. Todo el proceso es un tema político. Cada vez que se calentaba era cuando iba a haber elecciones. Hemos estado en medio y nos han dado por todos los lados.