El Gobierno completa la red del AVE con el túnel que atravesará Valencia

El Gobierno aprobó ayer la pieza que faltaba para cerrar la nueva red ferroviaria de Valencia. Acordados el diseño de la futura estación central y la entrada del AVE en la ciudad en 2010 con un apeadero provisional mientras se termina el soterramiento de las vías, quedaba por aprobar el túnel que permitirá a los trenes viajar directamente hacia Castellón.

El trazado discurre bajo las grandes vías hacia el campus de Tarongers

La infraestructura estará adaptada a trenes de cercanías y al AVE

La actual estación de Valencia funciona en fondo de saco, por lo que los trenes que llegan a ella deben retroceder y bordear la ciudad para dirigirse al norte. Esa falta de continuidad de las vías desaparecerá con el túnel que atravesará Valencia, cuyo trazado definitivo aprobó ayer el Ministerio de Fomento. La obra costará 318 millones de euros.

La complejidad de la obra obligó a desechar en 2005 un primer proyecto con el túnel bajo el casco histórico, y ha dado paso finalmente a un itinerario que arranca en la futura estación del arquitecto César Portela, prosigue bajo la Gran Vía del Marqués del Turia, la avenida de Aragón, la de Cataluña y la de los Naranjos. A partir de ahí se bifurca en dos ramales: uno girará hacia el norte para salir en superficie fuera del casco urbano y en paralelo a la actual línea ferroviaria Valencia-Tarragona, y otro se dirigirá hacia el sur para conectar con el túnel de El Cabanyal.

La longitud del eje pasante es de 9,7 kilómetros, de los cuales 5,6 serán soterrados. El proyecto prevé dos nuevas estaciones en puntos "clave para la movilidad de la ciudad": la de la avenida de Aragón, que prevé una conexión con la parada de la línea 5 del metro, y la de la zona universitaria en la avenida de los Naranjos.

La infraestructura de vías del túnel pasante es mixta, de modo que podrán circular tanto trenes de cercanías como el AVE hacia Castellón. Durante la tramitación del estudio se ha buscado la alternativa "más profunda", según indica la declaración de impacto ambiental aprobada en junio, para garantizar la seguridad de los edificios bajo los que discurre el túnel y minimizar las vibraciones. Los convoyes emergerán a la superficie cerca del límite entre Valencia y Alboraia. En esa zona el trazado discurre paralelo a las vías actuales hacia Tarragona, con las que se conecta en dos empalmes o saltos de carnero que permiten "todos los movimientos de circulación entre ambas líneas". El segundo de ellos se ha modificado a petición de los ayuntamientos de Alboraia y Meliana para evitar el impacto de una plataforma que elevaba las vías a una altura de 10 metros. Esa barrera se suprime y la vía se construirá con un diseño de paso inferior, semienterrada o deprimida, una vez superado con un viaducto el barranco del Carraixet. El ministerio, además, prevé instalar pantallas contra la contaminación acústica. La redacción del proyecto constructivo se adjudicó en febrero, con un plazo de 18 meses.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, consideró "magnífica" la aprobación del túnel. La solución adoptada desecha la petición de municipios de L'Horta Nord de trazar la vía paralela al bypass para evitar la afección a sus poblaciones -se expropian 114.000 metros cuadrados de huerta-. El resto del ramal a Castellón está sujeto a la redacción definitiva y un estudio de integración ferroviaria para Puçol.