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El Ayuntamiento adjudicó en 2007 contratos a dedo por 22 millones

CiU lamenta la práctica y Carnes dice que es legal al tratarse de sumas bajas

Àngels Piñol

El Ayuntamiento de Barcelona adjudicó en 2007 contratos a dedo por 22 millones de euros. La ley ampara al Consistorio porque eran de menor cuantía (inferiores a 12.000 euros o entre esta suma y 30.000 euros) y no necesitan pasar por concurso público. Jordi William Carnes, tercer teniente de alcalde, cree que los 22 millones son razonables porque sólo representan el 15% del volumen total de contratación del Consistorio de 2007, que ascendió a 145 millones de euros, y que no es nada comparado con el presupuesto global de la institución: 2.400 millones. Pero Convergència i Unió (CiU) puso el grito en el cielo. El convergente Antoni Vives sostiene que el 90% de los contratos de la Casa Gran de 2007 no pasaron por ningún concurso. "Es un escándalo de procedimiento", dijo Vives en el pleno de ayer.

"Si todo tuviera que pasar por concurso colapsaríamos la Administración"

Las cifras divergen porque el gobierno municipal y el principal grupo de la oposición manejan baremos distintos. Carnes sostiene que se adjudicaron por concurso contratos por 67 millones de euros (46%); 54 millones (37%) por procedimiento negociado -el Ayuntamiento elige varias empresas y escoge la oferta que más le convence- y asignó directamente por 22 millones (15%) por ser de cuantía menor. En este último capítulo se incluyen tanto los contratos inferiores a 12.000 euros -suelen ser para suministrar material- y los que oscilan entre 12.000 y 30.000 euros, que son para hacer obras como, por ejemplo, reformas en una escuela.

Tras el pleno, Carnes tildó de desproporcionada la crítica de Vives al subrayar que éste admitió que todo era legal. "No hay nada perverso. El interventor no ha puesto ninguna objeción. Cuando tenemos que adjudicar grandes contratas, como la de la limpieza, lo hacemos por concurso, pero hay muchas pequeñas cosas que no hace falta y que son para el funcionamiento ordinario de un distrito. Colapsaríamos la Administración si no lo hiciéramos así", dijo y planteó. "¿Hay que convocar un concurso para construir la carpa de una fiesta? ¿Y para una cena para una residencia de ancianos?". El importe medio de esos contratos es de 3.900 euros.

Pero CiU hace este planteamiento: calcula que más de la mitad del volumen contratado es a dedo al sumar los de cuantía menor (22 millones) con los negociados (54 millones). "Y este último, en argot municipal, es cuando se presentan el solista y los mariachis", dijo Vives insinuando que se conoce el adjudicatario. Y puso como ejemplo a Barcelona Serveis Municipals (BSM): de 5.800 contratos en 2007, 50 pasaron por concurso. Carnes replicó: "Olvidan que es una sociedad mercantil y busca agiliza las obras".

"Hay que ser transparenctes. Hay que ajustarse a la ley y alinearte con lo que defiendes. Hay mucha diferencia entre lo que se dice y se hace. Y es un reflejo de su forma de gobernar", señaló Vives. Xavier Mulleras, del PP, acusó al gobierno de "snob" por tener un hotel como el de Miramar, donde un café cuesta cuatro euros. Mulleras exhibió la factura y Carnes replicó que el porcentaje de acciones en ese hotel es mínimo. "En la exageración tiene que haber un punto de mesura", dijo Joaquim Mestre, de Iniciativa.

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El debate del cierre presupuestario de 2007 reflejó una vez más las gélidas relaciones entre el equipo de Jordi Hereu y CiU, culminadas en una propuesta -aprobadas con los votos de CiU, el PP y ERC- para que cumpla las decisiones que el Pleno tome por mayoría, como la paralización de la montaña rusa del Tibidabo.

Pacto para reubicar las columnas de Puig i Cadafalch

Las cuatro columnas del arquitecto Puig i Cadafalch volverán a su lugar original: es decir, aproximadamente, detrás de la Fuente de Montjuïc. Toda la corporación apoyó la propuesta de Esquerra, que impuso su criterio pese a que el gobierno municipal defendía que el monumento, construido en 1919 y demolido por el dictador Primo de Rivera, se erigiera en un lateral junto al pabellón de Italia. Las columnas, de 20 metros, modificarán ahora la vista desde la plaza de España al situarse entre la Fuente y el Palau Nacional.

El cambio de postura del alcalde Jordi Hereu se inscribe en su acercamiento a Jordi Portabella, con quien está cerca de un acuerdo. El consenso no evitó un nuevo enfrentamiento con CiU. El edil Jaume Ciurana dijo que los votos del bipartito no tenían por qué tener crédito al no tomar en consideración las votaciones del pleno. Hereu le reprochó su "lío mental", recordó que se estaba haciendo un "acto de justicia" y a partir de aquí tuvo este tenso diálogo con Trias.

-No puede convertir todas sus intervenciones en una réplica. Si sigue así nos plantearemos pedir que usted no presida el pleno.

-Esta es una buena noticia, pese a que moleste a algunos -dijo Hereu.

-Le pido que lo retire. No es digno del presidente de un pleno -le reconvino Trias.

-Pues no lo retiro.

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