Nueva condena por infección hospitalaria en el Clínico
El Servicio de Salud Madrileño (Sermas) ha sido condenado por segunda vez por no haber tomado las medidas de asepsia adecuadas en las Urgencias del hospital Clínico. El trágico resultado de esta dejadez de funciones: 11 muertos en abril de 2002, todos a causa de una septicemia (infección generalizada y muy grave), según un informe elaborado por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) a petición de la Asociación del Defensor del Paciente.
El Sermas fue condenado por este motivo el pasado mes abril, cuando tuvo que indemnizar a la hija de una paciente que falleció por este motivo. Ahora tendrá que hacer lo propio con Concepción Sánchez, viuda de Ángel Francisco García.
El hombre acudió el 31 de diciembre de 2001 a urgencias por un absceso en el escroto. Tras atenderle, se le envió a casa ese mismo día. El 28 de enero tuvo que volver de nuevo a urgencias, pero por otro motivo: tenía líquido en el pulmón izquierdo que debía ser drenado. Mientras estuvo ingresado allí se le detectaron diversas bacterias de origen hospitalario. Su estado se agravó y entró en la UCI el 10 de febrero. No saldría de allí hasta el día que falleció, el 19 de abril.
Según su viuda, Concepción Sánchez, las medidas de asepsia (para mantener el espacio libre de elementos infecciosos) eran nulas. "Allí entrábamos todos los días los familiares sin tomar ningún tipo de medida higiénica". Concepción asegura que en una ocasión entró un técnico a reparar un aparato de aire acondicionado, y en otra, un operario se puso a arreglar una persiana con el mono de trabajo puesto.
Varicela
La mujer pidió a los médicos que aislaran a su marido, pero éstos se negaron. Sólo lo hicieron un día antes de morir, cuando comprobaron que el paciente tenía varicela, adquirida también en el centro.
Ahora, el TSJ ordena que el Sermas indemnice a la viuda con 150.000 euros, más los intereses legales, unos 30.000 euros más, señala Álvaro Sardinero, el abogado que la ha representado en el caso.
Concepción se muestra satisfecha, más que nada porque "después de un proceso tan largo, hemos conseguido que nos dieran la razón", pero se lamenta: "Su muerte se podría haber evitado si se hubieran tomado las medidas adecuadas en la UCI".
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