_
_
_
_
UNIVERSOS PARALELOS
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cuitas de periodistas

Diego A. Manrique

Jim DeRogatis y Ramiro Burr, dos conocidos estadounidenses, han estado en las noticias. Y cuando se trata de periodistas, conviene ofrecer sinceras condolencias. DeRogatis, al que traté cuando escribió su biografía sobre el crítico Lester Bangs, se vio implicado en el turbio asunto de la vida amorosa de R. Kelly, soberbio vocalista de R & B. DeRogatis, que está en la plantilla del Chicago Sun-Times, recibió un vídeo explícito en que se veía al cantante en afanes sexuales con una jovencita que, ay, resultó ser menor de edad.

DeRogatis levantó la liebre y, aconsejado por los abogados del periódico, entregó a la cinta a la policía, lo que desembocó en el procesamiento de R. Kelly. Durante el juicio, el magistrado quiso conocer exactamente cómo llegó ese material candente a las manos de DeRogatis. Empeñado en mantener el anonimato de sus fuentes, hubo un enfrentamiento que amenazó con meterle en prisión por tiempo indeterminado. Resultaba más que preocupante: DeRogatis es bonachón y obseso; dolía imaginarle en la cárcel, donde R. Kelly podía tener simpatizantes vengativos.

Sería muy revelador explorar el mundo de los 'negros'

Al final, el conflicto se desinfló y DeRogatis pudo respirar tranquilo. Hasta cierto punto: tras escasas horas de deliberaciones, el jurado popular ha declarado inocente a R. Kelly, al no quedar probado que sea el protagonista de la cinta. No le resultará cómodo a DeRogatis trabajar en Chicago, donde el cantante ejerce un poder indudable.

Más crudo lo tiene Ramiro Burr. Ejercía de periodista musical en el San Antonio Express-News, donde además escribía una columna, Latin notes, que se publicaba en muchos diarios tejanos. Cubría la música de los chicanos, que siempre se sintieron menospreciados por el imperio de Miami, donde los cubanos se han atribuido la representatividad de la música latina (aunque los géneros de raíz mexicana tengan una mayor cuota de mercado). Burr había publicado The Billboard guide to tejano and regional mexican music, libro indispensable para los que estamos fascinados por la música de la frontera. Burr creía en Estados Unidos como tierra de las oportunidades y estaba empeñado en triunfar en términos gringos. Devoraba manuales de autosuperación y guías para nuevos empresarios. Tenía una empresa inmobiliaria, Comfort Properties. Daba conferencias. El tiempo se le hacía escaso.

Y así llegó el desastre. Se ha visto obligado a dimitir cuando el Express-News investigaba la alegación de Douglas Shannon, un freelancer que aseguraba haber escrito muchos de los textos firmados por Burr. El Express-News se lo tomó muy en serio. Después de todo, se trata del periódico que destapó el caso de Jayson Blair, aquel reportero mimado por The New York Times que plagiaba a destajo y se inventaba declaraciones. El San Antonio Express-News está muy orgulloso de ser el principal diario de la ciudad -con 1.300.000 habitantes, la séptima urbe de Estados Unidos- y no le hizo gracia que una estrella del sagrado The New York Times vampirizara el trabajo de una reportera suya, Macarena Hernández.

Shannon, el negro de Burr, quería que su firma apareciera en los textos que había escrito. Al ser rechazado, acudió con pruebas al periódico y descubrió el pastel. Burr se defendió mal, argumentando que le gustaba ayudar a becarios... Pero se trataba de más de cien artículos aparecidos desde 2001. Ese abuso iba en contra de los principios del propio Burr, que solía dar una charla a universitarios donde definía al periodista ideal como alguien "con una perspectiva interesante, predisposición para hablar con una variedad de personas y fuerte ética del trabajo".

Nadie va a defenderle, me temo. Pero sería revelador explorar el mundo de los negros, recurso tan frecuente en los textos firmados por famosos. En otros tiempos, el departamento de prensa de alguna multinacional producía artículos sobre sus artistas que eran firmados por periodistas muy atareados. Las biografías promocionales también eran recicladas. Ahora, en la era de Internet, la práctica es más que habitual. Estamos hablando del periodismo de copipaste.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_