Dolor de metacrilato
Comienza la película y un matrimonio discute poco antes de acudir a un estreno teatral dirigido por la esposa. Elucubran sobre los grandes temas de la vida a voz en grito, pero el diálogo está lleno de frases hechas y lugares comunes.
Segunda secuencia: una pareja recita a Chéjov, ya en el teatro. La actriz real interpreta mal a la mala actriz de ficción. Para meterse en la piel de un mal actor hay que ser muy buen actor. Salida del estreno. Ha pasado más de un cuarto de hora de película. Llega la primera (y única) frase sincera, tanto de escritura como de actuación, pronunciada por Àlex Brendemühl: "¡A ver si montas un musical divertido, porque esto es un coñazo!". Qué gran verdad. Pretextos, primer largo de ficción escrito y dirigido por la actriz Silvia Munt, es un monumento a la apariencia, un drama relleno de dolor de metacrilato.
PRETEXTOS
Dirección: Silvia Munt.
Intérpretes: Silvia Munt, Ramón Madaula, Laia Marull, Francesc Garrido, Manuel Alexandre, María José Alfonso.
Género: drama. España, 2008.
Duración: 96 minutos.
El cine español ha trabajado mucho en los últimos años el drama coral de ambiente urbano. Los ha habido excelentes (En la ciudad, La soledad), estimables (Malas temporadas, 53 días de invierno) y rácanos (la lista es larga). Pero en ninguno había tantas sentencias como en Pretextos. Las sentencias tienen un peligro: o son redondas o suenan pedantes. La agonía de la vida se demuestra con las acciones de un personaje agónico, no con alguien recitando: "¡La vida es una agonía!".