Amenaza en el Mediterráneo occidental
Hasta no hace mucho tiempo, Al Qaeda contaba en el Magreb con algunos grupos afiliados y cierto número de redes o células influenciadas. Pero desde comienzos de 2007 dispone ya de una extensión regional para ese ámbito, establecida a partir del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC).Inmediatamente después de la conversión del GSPC en extensión regional de Al Qaeda para la región norteafricana, los cambios de modus operandi empezaron a manifestarse. El estilo propio de Al Qaeda se hizo evidente con los atentados concatenados entre sí y a la vez suicidas perpetrados en Argel el 11 de abril de aquel mismo año por su extensión magrebí, o con los igualmente cruentos del pasado 11 de diciembre. En la narrativa de Al Qaeda en el Magreb Islámico se subraya un programa de actuación cuyo ámbito es preferentemente regional, pero enmarcado en una estrategia global liderada desde el centro de Al Qaeda. Ello implicaría, por una parte, que en su punto de mira están sobre todo los actuales regímenes norteafricanos, a cuyas figuras de mayor rango critica implacablemente. Por otra, que las sociedades de los países magrebíes constituyen su inmediata población de referencia. Pero los atentados suicidas están ocasionando numerosas víctimas circunstantes entre argelinos, lo que incide negativamente sobre la imagen pública de Al Qaeda en el Magreb Islámico y suscitando controversia en el seno de esa misma población de referencia.
Ahora bien, en un comunicado fechado en febrero de 2007, la propia organización terrorista señalaba como lo que denomina sus "verdaderos enemigos" a "la alianza del mal de los judíos, los cruzados y sus esclavos los apóstatas y quienes les ayudan", recordando pues la impronta a la vez takfir y antioccidental de su ideario. Esta última faceta tiene sin duda implicaciones para ciudadanos e intereses extranjeros en torno al Mediterráneo Occidental, sobre todo estadounidenses y europeos. En los últimos meses, hemos visto cómo Al Qaeda en el Magreb Islámico se ha dirigido contra blancos franceses, pero sus líderes también han señalado a España como objetivo.
A la vista de las capacidades operativas que exhibe Al Qaeda en el Magreb Islámico, de la preocupante influencia que proyecta sobre la región en su conjunto y de las indicaciones que recibe por parte de Ayman al Zawahiri, lo que cabe es esperar una más bien prolongada aunque seguramente también intermitente campaña de atentados, incluyendo acciones suicidas de considerable letalidad, por parte de dicha organización terrorista. Tanto en Argelia, escenario principal de sus acciones, como posiblemente en otros países del mismo entorno norteafricano. Sin descartar que alguno de esos atentados pueda llegar a ocurrir en suelo europeo, donde la extensión magrebí de Al Qaeda es una seria amenaza terrorista.
Fernando Reinares dirige el Programa sobre Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano y es catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.