Un juez paraliza un parque eólico en una zona de urogallos

El parque eólico San Feliz tendrá que esperar. Las máquinas de la empresa Producciones Energéticas del Bierzo entraron la semana pasada en la vertiente leonesa de la cordillera cantábrica para abrir las pistas para instalar los molinos de viento. No les importó que la zona sea una de las pocas en las que cría el urogallo cantábrico. La alerta de los investigadores que siguen a esta especie en extinción -hay incluso una hembra marcada que se sigue día a día- llevó a la Sociedad Española de Ornitología (SEO) a pedir en los tribunales el freno urgente de las obras. Y aunque los jueces son reacios a estas medidas cautelares, el juzgado número 1 de lo Contencioso de León ordenó ayer frenar el parque. "La urgencia requerida parece de una claridad meridiana", señala el juez sobre el perjuicio al urogallo.

El urogallo cantábrico es probablemente la especie emblemática más amenazada de España. Al contrario del lince -que se recupera-, cae en picado. Nadie sabe exactamente por qué, pero la población se hunde.

La alerta llegó la semana pasada cuando las máquinas entraron en la comarca de Omaña, donde un juez ya paralizó uno de los mayores parques de España porque las eléctricas utilizaron una argucia para evadir la evaluación ambiental y que Endesa acaba de recurrir.

El juez señala que las obras empezaron pese a la "ausencia de un requisito esencial", la publicación de la autorización administrativa. Se apoya en un informe de la Universidad de León que critica que la Junta de Castilla y León diese el visto bueno pese a la presencia de urogallos. El lunes hay una vista para que la Junta expliqué por qué lo hizo.

El juez da así la razón a la SEO y al Grupo de Estudio y Defensa de la Montaña Oriental Leonesa defendidos por el catedrático de Derecho Carlos González Antón.