El recuerdo de la pasión de Oteiza por la palabra llena el Arenal

La Feria del libro de Bilbao recordó ayer el centenario del nacimiento de Jorge Oteiza (Orio, 1908-San Sebastián, 2003) con la entrega de un cuadro realizado por Ramón Zumalabe a Gregorio Díaz Ereño, director del Museo Jorge Oteiza desde el pasado abril. Díaz Ereño aprovechó para destacar la pasión de Oteiza por los libros y la palabra, "como lector, como estudioso y como escritor", y la vocación del museo que dirige por mostrar al público su biblioteca, con cerca de 5.000 volúmenes, y mantener viva su obra escrita, además de la creación plástica.

El Museo Jorge Oteiza se prepara para celebrar en octubre el congreso con el que culminará la celebración del centenario del artista. Será una reunión de carácter internacional en el que se revisará el legado artístico e intelectual de Oteiza. Entre otros ponentes, se contará con la presencia de la especialista estadounidense Margit Rowell, comisaria de la exposición Oteiza: mito y modernidad que se presentó en el Museo Guggenheim Bilbao en 2004.

En los tres últimos años el museo ha dedicado una especial atención a la reedición critica de las obras del artista, como Quousque tandem...! Ensayo de interpretación estética del alma vasca, su poesía completa o Interpretación estética de la estatuaria megalítica americana. La celebración del centenario impulsará la aparición de nuevas obras vinculadas al trabajo de Oteiza, como un análisis de su Laboratorios de tizas, o un estudio realizado por el crítico Francisco Calvo Serraller.

"El museo trata de que no se olvide que Oteiza también fue un escritor importante", repitió ayer en el acto de homenaje Díaz Ereño. La línea de publicaciones se refuerza con los Cuadernos del Museo Jorge Oteiza, en los que se recogen textos, estudios y otros elementos que incidan en aspectos que ayuden a difundir la obra del escultor. Los títulos publicados son La escultura de Jorge Oteiza. Una interpretación, Piedra en el paisaje, Las medallas de Oteiza. Memoria y revisión, De la escultura a la ciudad. Monumento a Batlle en Montevideo. Oteiza y Puig.

El poeta Kirmen Uribe acudió ayer a la feria para recoger el Premio de la crítica, que reconoce los méritos de su poemario Bitartean heldu eskutik (Susa). Recientemente quedo finalista en la categoría de traducción en los premios literarios del Pen Club de Estados Unidos. Uribe definió a Bilbao, la ciudad donde nació aunque sus documentos oficiales digan que vio la luz en Ondarroa, como "una amante esquiva". "La vida no me ha dejado quedarme en Bilbao, sólo he vivido aquí un año". "Me gustan los pintores, los escritores de Bilbao", declaró.

El escritor explicó que está volcado en una novela que gira alrededor de un cuadro de Aurelio Arteta, "una persona abierta, querida por nacionalistas, tradicionalistas y socialistas".