La mayoría de los 706 bares clausurados en 2007 siguen abiertos

Miles de jóvenes salen de noche los fines de semana sin saber que la mayoría de los locales a los que acuden incumplen alguna norma. En la ciudad de Madrid hay unos 15.000 bares y locales de copas. Muchos de ellos están abiertos sin tener en regla los permisos correspondientes, o sin respetar las medidas de seguridad. Durante 2007, el 83% de las inspecciones realizadas por la Policía Municipal terminaron en denuncia. Los agentes pusieron 53.200 multas a bares. Muchos de los locales incumplieron varias normas.

Las infracciones más comunes son por cuestiones administrativas, casi el 90%. Muchos de los locales examinados carecían de seguro de responsabilidad civil, no tenían en regla la licencia de funcionamiento o realizaban actividades diferentes a las permitidas en la licencia. Pero también hay infracciones por motivos de seguridad, al sobrepasar el aforo, tolerancia al consumo de drogas u obstaculización de salidas de emergencia.

Estas deficiencias provocaron que durante 2007 hubiera 466 locales con una orden de clausura (cierre definitivo) y otros 242 con orden de cese de actividad (temporal), aunque la mayoría de estos locales sancionados continúa funcionando.

Durante el año pasado la Policía Local realizó 25.157 visitas a bares. De esas actuaciones policiales, 20.794 encontraron algún tipo de irregularidad, lo que representa que ocho de cada 10 locales de ocio examinados incumplen la ley. Durante el último año se han incrementado un 25% el número de inspecciones a bares y locales de copas.

Las infracciones a locales que no tienen seguro ascienden a 6.743. Pero una de las irregularidades más llamativas es la que presentan los 6.031 locales sin licencia de funcionamiento, lo que significa que el 40% de las inspecciones desvelaron que éstos carecían de permiso municipal. Otras 3.317 denuncias fueron tramitadas a locales que realizan actividades diferentes a la que establece la licencia.

Varios locales del centro se quejan de la persecución que sufren por parte de la policía. "Hemos puesto sanciones de hasta 600.000 euros", reconoce el concejal de Centro, José Enrique Núñez. La normativa establece que este tipo de sanciones se imponen a locales con infracciones calificadas de muy graves. El problema es que estas multas deben ir acompañadas por la clausura temporal del local, cosa que no suele ocurrir.

El concejal socialista Óscar Iglesias asegura que "Gallardón, es ineficaz porque pone en peligro a los clientes de los bares". "No es normal que tantos bares tengan problemas y no pase nada", añade.Otra de las denuncias más numerosas por faltas administrativas tiene que ver con el ruido de los locales de copas (381 sanciones). El Ayuntamiento de Madrid ha creado una patrulla mixta para controlarlo. Se trata de una pareja formada por un agente de la Policía Municipal y un técnico de la Concejalía de Medio Ambiente que va equipado con un sonómetro para medir el ruido de los establecimientos.

En cuanto a los incumplimientos en materia de seguridad, la policía puso 2.227 sanciones por problemas con los extintores de incendio. Muchos de los locales no los tenían o no funcionaban. El exceso de aforo (301 denuncias) es otro de los problemas que los clientes padecen en sus carnes. El concejal responsable de Centro asegura: "No hemos cambiado ninguna norma, pero sí hemos hecho más hincapié en los incumplimientos de aforo", precisa. "Denunciamos a un pub con una licencia para 200 personas que tenía 1.200. Eso no puede ser", sentencia. También hay 115 denuncias a locales por permitir el consumo de drogas.

El concejal socialista Óscar Iglesias critica la permisividad municipal ante este tipo de locales. "Detectan las irregularidades y no pasa nada", indica. Los datos, precisa Iglesias, ponen de manifiesto notables lagunas en la inspección y falta de personal para culminar las sanciones. "Esto provoca una inseguridad jurídica y una indefensión respecto a los que cumplen la ley", añade.

Excesivo control

Los empresarios de bares de ocio se quejan de que se han incrementado las inspecciones. "El control burocrático es cada vez más exhaustivo y el marco regulador no se corresponde con la profesionalidad del sector", se queja Vicente Pizcueta, portavoz de la organización ECO (empresarios por la calidad del Ocio).

Pizcueta explica los motivos para el incremento de las inspecciones: los altercados en Malasaña del año pasado, el caso Guateque y la ley de horarios de espectáculos públicos (la Comunidad de Madrid permite cerrar media hora más tarde).

Para Pizcueta, hay que hacer una reflexión sobre el marco legal de los bares y negociar para hacerlo más flexible. "En Madrid no está regulada la figura de pub, y sin embargo existen bares especiales... Los restaurantes no pueden tener música... Tenemos una normativa obsoleta", concluye.