Una inundación obliga a cerrar seis quirófanos del hospital de Móstoles
La policía investiga si se trató de un sabotaje, como dice la dirección del centro
Una vez más, y ya van tres en nueve meses, el hospital de Móstoles tuvo que clausurar ayer parte de sus quirófanos. El motivo fue una inundación que afectó a seis de ellos -todos ubicados en la segunda planta del centro- y a una sala para pacientes en parada cardiorrespiratoria, que quedaron anegados de agua durante la madrugada. Los quirófanos estuvieron cerrados durante todo el día de ayer, aunque está previsto que abran hoy a partir de las diez de la mañana. La dirección del centro cree que se trata de un sabotaje. Aseguró que se abrieron grifos y se taponaron los desagües. El Cuerpo Nacional de Policía investiga lo ocurrido, sin avanzar hipótesis.
El bloqueo de los desagües de los lavabos provocó el escape de agua
A diferencia de anteriores casos, en los que los cierres estuvieron provocados por derrumbes en los falsos techos de los quirófanos, la dirección del hospital considera que lo de ayer no fue producto de un accidente, sino de un sabotaje. Desde primera hora de la mañana, sus responsables pidieron al Cuerpo Nacional de Policía que investigase lo ocurrido. Varios agentes visitaron el hospital.
"Las investigaciones apuntan a que la causa de la inundación han sido varios tapones de papel de celulosa encontrados en los lavabos del bloque quirúrgico de la segunda planta y del box [sala] de parada de urgencias de la planta baja", explicó una portavoz del centro hospitalario. Con los desagües bloqueados por esos tapones y los grifos abiertos durante varias horas, según la versión del hospital, el agua se extendió durante la madrugada hasta llegar a la zona de los quirófanos. Ningún trabajador de noche reparó en lo que ocurría en la zona de quirófanos, de acceso restringido.
Los responsables del hospital creen que este hecho guarda relación con otros sucesos ocurridos en los últimos cinco meses, entre ellos varios desperfectos que se han producido en el material sanitario o un incendio en el aparcamiento, que están siendo investigados por la policía. Fuentes del centro apuntan a que todos podrían ser obra de una misma persona.
Aunque los seis quirófanos afectados vuelven a funcionar hoy con normalidad, las operaciones en las que se realicen implantes seguirán sin realizarse, debido a las condiciones de esterilización que requieren este tipo de cirugías. "El objetivo es que se puedan recolocar todas estas intervenciones en el resto de quirófanos", afirmó una portavoz del centro.
El hospital de Móstoles, que atiende a una población de 220.000 personas, dispone de otros tres quirófanos situados en la tercera planta -uno de ellos reservado para las urgencias- y tres salas más en la planta baja destinadas a la cirugía mayor ambulatoria.
El cierre de las seis salas de operaciones provocó que durante la mañana de ayer se suspendiesen un total de 16 intervenciones "no urgentes", según datos facilitados por el propio hospital. La cifra superó la veintena, si se tienen en cuenta las operaciones que no pudieron llevarse a cabo a lo largo de la tarde, pese a que varios pacientes fueron derivados a otros quirófanos. Todas las intervenciones pospuestas durante el día de ayer se llevarán a cabo durante los próximos 15 días, según indicaron fuentes de la dirección.
Durante una reunión mantenida a mediodía de ayer con los miembros de la junta de personal, en la que estuvieron presentes los sindicatos, la gerencia dejó claro que apuesta por la teoría del sabotaje y pidió a los representantes de los trabajadores que colaboren en la medida de sus posibilidades con el objetivo de esclarecer los hechos.
Los sindicatos pidieron "prudencia" antes de sacar conclusiones respecto a las causas de la inundación. "Tenemos sólo la información que nos ha dado la dirección; ahora hay que esperar qué puede revelar la investigación policial", indicó Ana Orcero, portavoz de CC OO en el hospital, quien mostró sus dudas de que pueda esclarecerse lo sucedido, dado el elevado número de personas que tienen acceso a esta zona del edificio.
No obstante, tanto los trabajadores como las organizaciones sindicales recordaron ayer la multitud de problemas que sufre el hospital de Móstoles. "Se trata de un edificio obsoleto. No está capacitado para la gran presión asistencial, además de que su estado de mantenimiento no es el adecuado", aseguró Ana Orcero.
En la misma línea, uno de los facultativos del centro, Carlos Barra, insistió en que se trata de la tercera ocasión en menos de un año en la que el hospital se ve obligado a prescindir de una parte de sus quirófanos. "Teniendo en cuenta el estado en el que se encuentra este hospital, las explicaciones de la dirección suenan a excusa", indicó Barra.
La Comunidad de Madrid ha presentado en varias ocasiones su proyecto de ampliación del hospital, que incluye la construcción de un nuevo edificio que incrementaría en 28.000 metros cuadrados los casi 50.000 con los que cuenta el centro. El nuevo edificio contaría además con un nuevo bloque quirúrgico y una zona de hospitalización.
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