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El fiscal denuncia a Patterson por sacar de Galicia las piezas precolombinas

Pide medidas legales para repatriar la colección incautada por la policía en Munich

La Fiscalía especializada en la defensa del Patrimonio del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha presentado en un juzgado de Santiago una denuncia contra Leonard Patterson por un presunto delito de contrabando de arte.

El ministerio público acusa al supuesto coleccionista, mecenas de la exposición América Prehispánica, tiempo y cultura -que se exhibió hace diez años en dos museos de Santiago con el patrocinio del Ayuntamiento de la ciudad y de la Xunta- de "exportar ilicítamente" a Alemania más de 1.000 piezas de la muestra privada de arte precolombino más importante del mundo.

Perú, Guatemala y México reclaman piezas por vía judicial y diplomática

Tal y como adelantó este diario, a principios de marzo dos operarios extranjeros retiraron la colección del almacén de la empresa de Mudanzas Boquete donde permaneció custodiada durante más de una década y la cargaron en un camión sin revelar su destino. Días antes, el propio Patterson había dado instrucciones al responsable del almacén para permitir la salida de las piezas, previo pago de la factura por diez años de custodia.

El pasado 28 de abril la policía federal inmovilizó en la aduana de Munich más de mil piezas en el interior de un contenedor, donde continúan retenidas a la espera de que el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán resuelva una petición formal del Gobierno mexicano que reclama la propiedad de 500 de los 1.200 objetos que componen la muestra, valorada en 64 millones de euros. En su denuncia el ministerio público "ha interesado las medidas legales de recuperación de los objetos que han sido exportados ilícitamente y cuantas acciones sean necesarias para asegurar el juicio de los posibles responsables".

Fuentes judiciales explican que, según la Ley de Patrimionio Histórico español, tras diez años de permanencia en el país, las obras pasan a ser consideradas bienes culturales y precisan para su traslado al extranjero del permiso expreso del Ministerio de Cultura, que este departamento no ha expedido.

En su escrito el fiscal recuerda además que distintos países han tramitado peticiones de cooperación jurisdiccional para recuperar su patrimonio arqueológico. Una treintena de obras ya han sido entregadas al embajador de Perú en un acto formal en el Museo de América, de Madrid. Las piezas, según se comprobó, procedían del saqueo de El cerro de la Mina, una pirámide mochica del siglo I. El juez decano de Santiago, Javier Míguez, se negó a cumplimentar otra comisión rogatoria hasta que el Gobierno peruano abone la custodia de los objetos a Mudanzas Boquete, una decisión que el fiscal de Patrimonio ha recurrido alegando que la decisión judicial contraviene los convenios internacionales vigentes en materia de Justicia entre España y Perú. Según el ministerio público, debe ser el Juzgado número 33 de Lima el que obligue a las autoridades de Perú a pagar la factura del almacenaje, un compromiso que el Gobierno peruano había asumido ante el juzgado de Santiago.

Mientras, otros 200 objetos están siendo catalogados por la Brigada de Patrimonio del Cuerpo Nacional de Policía para cotejar su procedencia.

En la fiscalía aguarda otra comisión rogatoria procedente de Guatemala que reclama 117 piezas. México abogó por la vía diplomática y tramitó su reclamación a través del Ministerio de Cultura. El catálogo de la extraordinaria muestra amerindia que motivó la presencia en Santiago de dos premios Nóbel -la líder indígena Rigoberta Menchú y Óscar Arias- incluye máscaras y cerámicas mayas y aztecas y objetos cuya repatriación estudia Panamá. Ya hace diez años, cuando Patterson intentó vender la colección a la Consellería de Cultura de Pérez Varela por 18 millones de euros, la Xunta descartó la adquisición después de que una experta en arte prehispánico advirtiese de la procedencia ilícita de muchos de los objetos.

La representante legal de Patterson ha alegado que las obras devueltas a Perú son propiedad de otro coleccionista, Anton Roeckl, que le cedió temporalmente sus piezas para la exposición. En el catálogo de la muestra Patterson siempre presentó como suya la colección de arte amerindio.

Princesa de Teotihuacán de la Colección Patterson
Princesa de Teotihuacán de la Colección Patterson

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