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13 empresas de Asturias usaron aceite de girasol ucranio en bollería

Trece industrias alimentarias asturianas han podido utilizar en sus fabricaciones parte de una partida de 190 toneladas de aceite de girasol sospechoso de estar contaminado. La sustancia, procedente de Ucrania, fue importada en abril desde Francia para su uso como ingrediente en la producción de bollería, pastelería industrial y derivados lácteos. En todo caso su uso fue en proporciones inferiores al 3% en cada producto final, y se produjo antes de que saltara la alerta y de que el grueso de las 190 toneladas fuera inmovilizado para su análisis el pasado 25 de abril.

Las autoridades sanitarias asturianas aseguran que el aceite, cuya supuesta contaminación aún está por determinar, no implicaría peligro para los consumidores, ya que el aporte de aceite a ese tipo de fabricados en ningún caso supera el 3% y la UE ha ordenado retirar los que alcancen el 10%, que es la concentración en la que se estima que estaría el umbral de riesgo. El PP ha exigido la comparecencia parlamentaria del consejero de Salud de la comunidad.

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Según la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo del Principado, la mayor parte de esa partida de aceite no llegó a ser utilizada al producirse la alerta de partidas ucranias contaminadas, por lo que fue devuelta por las propias empresas o inmovilizada. El control de la situación se vio favorecido porque el grueso de las toneladas importadas llegó a la región en los últimos días de abril.

Localizado y paralizado

La directora general de Salud Pública del principado, Amelia González, afirmó ayer que, nada más producirse la alerta, "se localizaron y paralizaron las 190 toneladas", aunque reconoció que algunas cantidades han podido ser utilizadas en la elaboración de productos alimentarios que incorporan grasa vegetal como componente. En tal caso, y de confirmarse que el aceite pudiera estar afectado, lo que aún no se ha verificado, su efecto para salud del consumidor es "mínimo", aseguró, dado que no se trata de aceite destinado directamente al consumo, sino a su empleo, en muy bajas proporciones, en la elaboración de otros productos.

El Principado asegura que el aceite ucranio no llegó a venderse en tiendas y que se está actuando sobre los productos alimentarios que hayan podido incorporarlo como ingrediente.

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