El Pacto de Toledo abre la puerta a la jubilación anticipada de los 'mossos'

El primer Consejo de Ministros que José Luis Rodríguez Zapatero presidió tras ganar las pasadas generales aprobó un real decreto que permite a los bomberos jubilarse de forma anticipada a los 59 años si han cotizado un mínimo de 35 a la Seguridad Social. Fue el 14 de marzo. Aunque la norma sólo es aplicable a esos profesionales, previsiblemente será la puerta por la que finalmente pasen las tres policías autonómicas integrales (Ertzaintza, Mossos d'Esquadra y Policía Foral navarra, que suman unos 27.500 agentes) con sus reivindicaciones. Antes, los gobiernos central y catalán, en el caso de los Mossos, deberán entablar negociaciones al respecto. De este pacto, que fija las condiciones sobre el sistema español de pensiones, y su gestión emanó la decisión sobre los bomberos.

Los sindicatos exigen un trato similar al del CNP y la Guardia Civil

Entre otros asuntos, ambos ejecutivos deberán acordar el sistema por el que se dotarán presupuestariamente las jubilaciones anticipadas.

Los principales sindicatos de esos cuerpos policiales, Erne en la Ertzaintza, el Sindicat de Policies de Catalunya (SPC) en los Mossos d'Esquadra y el Sindicato de Policía Foral (SPF), vienen exigiendo desde hace años un trato en materia de jubilación anticipada similar al que ya disfrutan los agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y la Guardia Civil, incluidos ambos como clases pasivas en la Seguridad Social: poder jubilarse a los 60 años con el 100% del salario tras 30 años de servicio. En el caso de los bomberos, junto al límite de edad, se han fijado una serie de índices correctores y una disposición transitoria que establece que si durante este año y 2009 el número de profesionales que pudiera optar a la pensión de jubilación fuese más del 10% de una plantilla, el acceso a la pensión se pospondría "en el tiempo mínimo indispensable para la renovación de dicha plantilla".

A finales del año pasado, un total de 5.030 de los 7.868 agentes de la plantilla de la Ertzaintza tenían más de 40 años. La necesidad de regular primero la jubilación anticipada y de que el Gobierno vasco legisle luego sobre el pase a la segunda actividad por edad resulta evidente por el envejecimiento de la policía autónoma. La pirámide de edad de la policía catalana es diferente de la vasca y sustancialmente más joven, entre otras cosas porque se trata de un cuerpo que arrancó más tarde que el vasco y que en la actualidad tiene poco más de 13.000 agentes.

El discurso que en esta materia mantiene Javier Balza, consejero de Interior vasco, es el de la igualdad constitucional. "Si los mineros se jubilan antes que en el régimen general [65 años], lo hacen igual en Asturias, en Vizcaya y en Murcia. Pues tiene que suceder lo mismo: si los policías pueden jubilarse con 60 años en Madrid y Sevilla, deben poder hacerlo igual y en las mismas condiciones en Bilbao y en Barcelona", argumenta.