Traspié de Sanidad

Tras la alarma suscitada el viernes de la semana pasada por la existencia de aceite de girasol contaminado, y la retirada de este producto de los estantes de las grandes superficies, ahora resulta que la cosa no es para tanto, que el aceite se puede seguir vendiendo y que se van a dar a conocer 200 de las más de 800 marcas existentes no contaminadas oficialmente, sin que ello quiera decir que las que no aparezcan en el listado lo estén.

Hay demasiadas preguntas, siendo la primera de todas ellas por qué este aceite llegó al consumidor, algo que no ha ocurrido en otros países europeos porque los controles lo impidieron. Otra podría ser si ese aceite se ha utilizado en la elaboración de conservas y, en tal caso, si están los alimentos envasados en aceite vegetal libres de sospecha.

Hay quien dice que el Ministerio de Sanidad ha obrado con precipitación. Yo creo que ha actuado con retraso al no controlar el problema en su origen y que todas estas prisas no son ni más ni menos que el resultado de un fallo en los controles sanitarios unido al síndrome de la colza de tan infausto recuerdo. No estaría de más evitar traspiés tan grandes.