El 'tsunami' de los precios de los alimentos amenaza a casi 40 países
La ONU avisa que el alza creará 100 millones de pobres y riesgo de conflictos
Naciones Unidas ha detectado el peligro inminente de un "tsunami silencioso" que amenaza con arrasar el mundo entero y crear de golpe 100 millones de pobres. No parece esta vez una exageración apocalíptica con el objetivo de recaudar dinero: el aumento espectacular del precio de los alimentos -el 83% en tres años- ha provocado ya disturbios en una veintena de países y amenaza la estabilidad de casi 40, según el Banco Mundial y la ONU.
El hambre amenaza con hacer estallar la III Guerra Mundial. Sería guerra, porque miles de personas han tomado ya las calles y ha provocado muertos -seis en Haití, 40 en Camerún, dos en Costa de Marfil, cinco en Egipto, seis en Mozambique-. Y sería mundial porque ningún continente queda completamente a salvo. El alza de precios de productos básicos es un fenómeno permanente y, por tanto, los disturbios no han hecho más que empezar.
"Estamos en una situación de emergencia y hay que tomar medidas de urgencia porque las condiciones de vida de millones de personas se están deteriorando a gran velocidad", advierte en conversación telefónica desde Roma Kostas Stamoulis, alto cargo de la FAO, la agencia de la ONU para alimentación. Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, lo ha dicho públicamente: la guerra del hambre amenaza con causar inestabilidad en 37 países.
La lista de Zoellick se basa en las estimaciones de la FAO, que identifica a los "países en crisis que requieren asistencia externa" para lidiar con el alza de precios. Se trata de países pobres e importadores tanto de alimentos como de carburantes, con lo que se hace añicos el presupuesto del Estado y el de las familias. 21 de ellos están en África; 10 en Asia, cinco en América Latina y uno en Europa (Moldavia).
El más afectado ha sido Haití, donde el primer ministro se convirtió en la primera víctima política de esta crisis global. Pero las manifestaciones se suceden. La penúltima fue el sábado en Senegal, donde miles de personas protestaron por el aumento del precio del arroz.
Los expertos coinciden en los motivos que explican el alza: el precio del petróleo, el uso de alimentos para biocombustibles, la sequía prolongada en países productores clave (como Australia) y el crecimiento en gigantes como China e India, que ahora consumen más. Stamoulis añade otros dos: la especulación -los alimentos se han convertido en un valor de alta rentabilidad- y las medidas proteccionistas para limitar exportaciones. "Estamos pagando ahora las consecuencias de haber ignorado la agricultura durante muchos años", concluye Stamoulis.
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