Los países europeos bloquearon el aceite antes de su venta
Bruselas da dos días a Ucrania para que aclare el fraude del girasol
Los países europeos que más se han mencionado en esta crisis del aceite de girasol, como Francia y Holanda, paralizaron las partidas de aceite una vez que las compañías importadoras les alertaron de su contaminación. Por eso, aseguran que no ha llegado al comercio. Esa debe ser la razón de que en estos países no se alertara a los consumidores, que han estado ajenos al fraude. También en España, desde la asociación mayoritaria de refinadores, AFOEX, se aseguraba el viernes que pidieron una reunión con Sanidad porque "el jueves pasado por la mañana ya había una confirmación de la analítica" de los aceites.
El presidente de esta organización, Jorge de Saja, afirmó que algunas partidas de origen ucranio se retuvieron entonces en las instalaciones. Pero, al contrario que en otros países, en España ni el Gobierno ni AFOEX han dicho de cuántos litros se trata. Lo que sí se ha comunicado es que se está investigando el viaje desde que el aceite entró en España para ver hasta dónde ha podido llegar. No se ha descartado su comercialización puesto que se han retirado partidas en los comercios, según informó el ministro, y se ha pedido al ciudadano que no lo consuma.
"En Francia alertó el importador, tal y como obliga la ley", explica un portavoz
Las autoridades francesas comunicaron los hechos a la Comisión Europea el pasado miércoles, la cual inmediatamente envió una alerta a todos los Estados miembros. Al día siguiente Francia completó su información indicando que parte del aceite había ido a Italia y a España. También ha llegado a Reino Unido y ayer se supo que una partida se ha vendido desde España a Portugal. La mercancía llegó a estos países a través de siete barcos en febrero.
El viernes la Comisión mantuvo una reunión urgente con representantes de la Asociación Europea de Productores de Aceites Vegetales, que aportó una amplia información.
Bruselas ha enviado una alerta a todos los puestos aduaneros, con el código de nomenclatura de este producto, para que vigilen su posible entrada en los países. La propia organización empresarial ha tomado ya sus medidas y ha paralizado prácticamente el transporte de este producto.
Bruselas ha dado dos días al Gobierno de Ucrania para que informe sobre el contenido del aceite de girasol exportado. Valerie Rampi, portavoz de la Comisión, precisó ayer que los hidrocarburos detectados hasta ahora en el aceite investigado no suponen un riesgo para la salud.
- Holanda. Las autoridades sanitarias mantienen retenidas 5.700 toneladas del aceite contaminado en diversos puertos del país, entre ellos el de Rotterdam. "La empresa importadora nos avisó a mediados de abril y la partida de botellas ya no salió al mercado", señalaron ayer portavoces del Servicio de Inspección Alimentaria, dependiente del Ministerio de Sanidad. Holanda, como España, ha asegurado a la población que no existe riesgo para la salud, informa Isabel Ferrer.
- Francia. Los franceses también han identificado la numeración de los lotes contaminados, y recuperado los que habían llegado a los distribuidores. "No creemos que ninguno de ellos se haya puesto en venta", explicó un portavoz de Consumo. "Nos alertó el propio importador, tal y como le obliga la ley, que descubrió restos de aceite mineral en 2.600 toneladas de aceite de girasol llegadas de Ucrania".
El transporte se hizo por barco y llegó al puerto mediterráneo de Sète el pasado 23 de febrero. "El lunes tendremos los resultados de otros tres análisis", indican en la Dirección General de Consumo. "Creemos que el aceite intruso podría ser de parafina". La Dirección General de Consumo y contra el Fraude es un organismo dependiente de los ministerios de Economía e Industria, que cuenta con 101 direcciones departamentales y emplea a 3.860 funcionarios y dispone de nueve laboratorios. Cada año efectúa decenas de miles de controles, informa Octavi Martí.
- Italia. Los italianos han detectado partidas del aceite sospechoso en Liguria, Lombardía y Piamonte, y han sido inmovilizadas. Pero las autoridades no han tomado muchas medidas al respecto todavía. El país atraviesa desde el viernes un puente por el Día de la Liberación y la mayoría de los comercios están cerrados. Tampoco la administración parece haber tomado muchas cartas en el asunto. Las reacciones han llegado tras la alarma en España. Mañana, aseguró un portavoz de Exteriores, se decidirá si se habilitan nuevas medidas, pero aseguran que "no es una situación de emergencia", por tanto, no se ha avisado a los consumidores, informa Miguel Mora.
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