El líder del PSOE promueve un pacto interno sobre financiación autonómica

Lo primero, un acuerdo de familia, y, después, juntos, con el mismo mensaje, abordar la negociación sobre la financiación autonómica con los responsables de otros gobiernos y, por tanto, de otros partidos. Ésta es la petición que ayer formuló el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante los primeros signos de que a la hora de negociar este delicado asunto, las alianzas pueden ir por territorios y no por ideologías.

En los pasados días se advirtió una suerte de compañerismo entre el gobierno de Cataluña (PSC, ERC, ICV) y el valenciano (PP), en su exposición de cuáles debían ser los criterios de financiación. De inmediato, otras comunidades vieron, aunque con matices, que había que parar una posible división entre comunidades ricas y pobres.

No era este el tema del comité federal pero el extremeño Francisco Fuentes y el madrileño y miembro de Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio de Penagos, pidieron a Zapatero que impidiera situaciones injustas, y que hiciera realidad su discurso anterior de que cada decisión que tome este gobierno debe ser para "cohesionar España". El riesgo de que cada comunidad autónoma tire para sí, sin tener en cuenta al conjunto del Estado, existe en los prolegómenos de la negociación autónomica que Pedro Solbes abordará de inmediato. El vicepresidente ha advertido que las autonomías deben moderar sus pretensiones financieras.

Por eso, Zapatero ha decidido que los socialistas tienen que hacer su propio acuerdo, basado en tres principios: responsabilidad y corresponsabilidad; financiación de políticas sociales y cohesión territorial. Estos ejes gustan sobre todo a las comunidades con menos renta. "Estos tres principios son la guía adecuada en la financiación autonómica para asegurar la igualdad entre españoles", señaló a este periódico el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.

El grupo de trabajo estará presidido por la responsable federal de Economía, Inmaculada Rodríguez-Piñero, junto a la responsable autonómica, Carmen Hermosín, y representantes de todas las federaciones. Zapatero hizo una petición a los suyos, sonriente, quizá porque reconoce la dificultad de cumplirla. "Lo primero, discutir entre nosotros y, si es posible, sólo entre nosotros". Es decir, no pelearse en público.