Pobreza vista con humor
La película 'El baño del Papa' se detiene en las penurias económicas de los habitantes de un pueblo uruguayo
El director de cine uruguayo Enrique Fernández sostiene que en la pobreza conviven de manera "brutal" lo trágico que tiene en sí misma junto con la necesidad de quienes la padecen de no perder el humor y disfrutar de lo poco que poseen cada día. Por eso el humor está tan presente en su película El baño del Papa, que se detiene en las penurias de los habitantes del pueblo uruguayo de Melo y los esfuerzos que realizan para combatirlas. Esta tarde (19.30) se proyecta en el Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián.
Fernández conoce bien Melo porque nació allí. De pequeño andaba descalzo y en su casa no había váter. Sin embargo, su recuerdo de aquella época no es triste. "Éramos una familia donde nos reíamos y disfrutábamos mucho de las cosas", aseguró ayer.
Una profesora de Secundaria prácticamente le "obligó" a irse del pueblo y estudiar en Montevideo. Y ello le ha permitido escribir el guión de El baño del Papa y dirigirla junto a César Charlone. El filme está basado en un hecho real: la visita que Juan Pablo II realizó a la localidad en 1988. Sus habitantes se agarraron a la esperanza de ganar algo de dinero con la visita, convencidos de que iba a atraer a miles de fieles deseosos de comer, beber y... evacuar. El protagonista se deja la piel y el dinero que no tiene para construir un retrete público.
Fernández cuenta esta historia sobre la esperanza y la dignidad con humor, pero eso no le resta ni un ápice de crítica social. Y es que, como refleja la película, no se sale de pobre de un día para otro. "Los milagros en ese sentido no existen. Más allá de los intentos personales, hay que provocar cambios estructurales y eso lo tienen que hacer los gobiernos", subrayó el director. Considera que el Ejecutivo socialdemócrata que dirige su país desde hace tres años está realizando algunos cambios.
Mientras El baño del Papa se sumerge hoy en la pobreza, el documental Madres, dirigido por Eduardo Walger, denunció ayer el terrorismo de Estado vivido en Argentina. "La criminalidad de la dictadura militar no tiene límites, porque se habla de 30.000 desaparecidos, pero el drama y el dolor que siguen viviendo las familias de estas personas generación tras generación no tiene fin", resaltó Mirta Acuña, una de esas madres, satisfecha al menos de que un documental como éste recupere la memoria de las víctimas para la historia.
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