El crimen organizado pone contra las cuerdas al Gobierno búlgaro
Dimite el ministro del Interior tras la detención de dos policías corruptos
La incapacidad para combatir el crimen organizado ha abierto una herida en el Gobierno búlgaro. La dimisión del influyente ministro del Interior, Rumen Petkov, después de la detención de dos responsables de la policía acusados de filtrar información a delincuentes, ha abierto las puertas a una remodelación profunda de la coalición que dirige el país desde 2005. Pero sobre todo obliga al primer ministro, Serguéi Stanichev, a poner en marcha un plan que consiga de verdad atajar el crimen y la corrupción, el problema número uno del país, si quiere recibir los fondos de la UE.
Los 150 asesinatos por encargo cometidos desde 2001 siguen impunes
La Comisión Europea se abstuvo ayer de hacer comentarios sobre la salida del ministro, anunciada el domingo, tras haber conminado la semana pasada al Gobierno de Sofía a la urgente adopción de medidas para combatir la delincuencia organizada en el país balcánico. El llamamiento se produjo poco después de dos asesinatos por encargo: el del responsable de un grupo de energía y el de un autor de éxito sobre libros denuncia de la imbricación de la mafia en el aparato del Estado. Estas muertes han coincidido, además, con un escándalo relacionado con dos jefes de policía que han sido acusados de pasar datos confidenciales a empresarios de dudosa reputación.
Desde 2001, ha habido 150 asesinatos -políticos y hombres de negocios, entre otros- de corte mafioso. Todos han quedado impunes. Ni un sospechoso ha sido detenido, pese a las campañas contra el crimen del Gobierno (una coalición liderada por socialistas, junto a liberales y la minoría turca). El Ejecutivo ha prometido reforzar la lucha contra la delincuencia organizada.
Hasta ahora, Petkov se negaba a dejar su puesto, pero las presiones de la oposición y de Bruselas han surtido efecto. "Mi decisión es una muestra de mi voluntad firme de someterme al interés del sistema político y del Estado", dijo Petkov tras dimitir, informa Reuters. El político, que ha admitido que se reunió con dos empresarios de dudosa reputación hace dos años, siempre ha defendido su honestidad. La semana pasada, el Gobierno anunció un plan para reformar la policía, con controles más duros. "Su dimisión no soluciona todos los problemas del país, pero es un paso importante", afirma por teléfono Kancho Stoychev, analista de Gallup en Sofía. "Creo que habrá una gran reestructuración en el Gobierno y en el Ministerio de Interior", añade.
"Este Gobierno tiene que llegar hasta el final y sacarlo todo a la luz; si no, no habrá dinero comunitario", advierte la periodista Kadrinka Kadrinova, una de las más prestigiosas analistas del país. El presupuesto comunitario prevé para Bulgaria 9.400 millones de euros hasta 2013. Pero la llegada de los fondos depende de que el país, que ingresó en la UE en enero de 2007, cumpla las reglas de Bruselas. El Ejecutivo comunitario anunció ayer que un equipo de especialistas estará en Sofía hasta mañana para evaluar los planes anticorrupción y de reforma de la justicia. Otro equipo viajará hacia allí en mayo para analizar la situación de la delincuencia organizada.
Obtener buena nota en estos capítulos es clave para que Bulgaria tenga acceso a los fondos. En el caso de este país, la paciencia de la Comisión está al borde del agotamiento. No sólo por el escándalo de que se vean vehículos de la marca Porsche utilizados como coches de patrulla de la policía, sino porque tal aberración es sintomática de males mayores.
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