Agbar liderará el envío de agua del Ebro al Llobregat

El grupo Aguas de Barcelona (Agbar) liderará el minitrasvase de agua del Ebro al Llobregat, que discurrirá por una tubería al aire libre por el lateral de la autopista de la AP-7, aseguraron ayer fuentes del Gobierno catalán. Los técnicos de la empresa que preside Jordi Mercader llevan días trabajando codo con codo con los de la Administración para hacer avanzar el proyecto, que también cuenta con el total apoyo de Acesa, la concesionaria perteneciente al grupo Abertis que explota la autopista hasta 2021.

Técnicos de Agbar y de Abertis ya trabajan en el proyecto

Todavía no se sabe cómo se resolverá la posible repercusión de un accidente

Agbar no quiso ayer evaluar el proyecto que anunciarán esta semana el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Generalitat, José Montilla, "hasta que no se comunique oficialmente". Pero sí admitió: "Hemos sido consultados y hemos participado activamente, presentando propuestas y con la voluntad de sumar esfuerzos", una tarea que han "desarrollado en equipo, junto con otras empresas", explicó ayer un portavoz de la compañía.

Una de estas empresas es Abertis. El grupo de infraestructuras al que pertenece Acesa ha sido "contactado" para "analizar las condiciones técnicas que puedan hacer factible que la tubería discurra por la zona de dominio público de la autopista" y "que sea coherente y no entorpezca el lógico servicio de una autopista, que no es otro que el garantizar el tráfico de vehículos en condiciones de seguridad".

La ley establece la zona de dominio en sendas franjas de terreno de ocho metros de anchura cada una, a ambos lados de la autopista. Se tiene en cuenta a efectos de expropiación forzosa y en su límite se sitúan los hitos definitorios de la propiedad y, en su caso, las vallas de cerramiento.

Al no ser soterrar la tubería, queda por ver cómo el proyecto resuelve la repercusión de un posible accidente automovilístico sobre la tubería.

Como la canalización será por un lateral de la autopista, no afectará a las obras que Acesa está realizando en la AP-7, entre Salou y El Vendrell, para ampliar la vía a tres carriles. Éstas se desarrollan en la mediana.

La consecución de metros de tubería y bombas para empujar el agua desde Tarragona hasta la cuenca del Ter-Llobregat, en Abrera, uno de los principales escollos de que advertía la semana pasada el presidente Montilla, es un asunto que "ya está resuelto", aseguran tanto Agbar como el entorno del presidente.

Fuentes de la Generalitat explican que han ido trabajando "con quien puede y tiene la obligación de hacerlo", que no es otro que Aguas de Barcelona, para que el minitrasvase del Ebro al Llobregat pueda ejecutarse y estar en servicio en el plazo previsto: entre cinco y seis meses. "No habrá ningún problema", aseguran fuentes conocedoras del proyecto, que añaden que la polémica alternativa de enviar agua del Segre "queda enterrada con toda seguridad".

Captar agua de este afluente del Ebro era, hasta la fecha, la opción número uno del Gobierno catalán, aunque estaba abierto a otras alternativas, tal como recordó el presidente Montilla la semana pasada en Marruecos, donde estuvo tres días de visita oficial. Todos los informes insistían en que era preferible la toma de agua al final del cauce que al principio.