Seguridad Nuclear seguirá buscando partículas radiactivas fuera de Ascó

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) seguirá peinando los aledaños del complejo nuclear de Ascó (Ribera d'Ebre) en busca de más partículas radiactivas. Así lo explicaron ayer directivos del CSN a los 13 alcaldes del entorno que forman parte de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC) durante el llamado Comité Local de Información, organismo que se reunió de forma extraordinaria para abordar la fuga radiactiva de Ascó conocida el pasado sábado.

Un directivo del CSN dice que en la planta ha habido "deficiencias"

Cerrado el sistema de ventilación del edificio donde está el combustible usado

Aunque la cantidad y la radiactividad de las 150 partículas halladas hasta el momento representa una afectación nula para la salud de las personas y para el entorno, el órgano regulador de la actividad nuclear en España ha instado a la planta, propiedad de Endesa e Iberdrola, a acometer una nueva campaña de búsqueda de contaminación en el interior del complejo industrial. Desde que el pasado 14 de marzo la central detectara la primera partícula contaminada al aire libre, ningún sensor mecánico ni ningún operario de forma manual han localizado contaminación más allá de los límites de la propiedad de la central, aunque 13 de estas 150 partículas se han encontrado alineadas con la dirección del viento dominante (noroeste), a escasos metros de la vía férrea de la línea Barcelona-Reus-Mora-Caspe.

En la reunión los alcaldes de instaron a los responsables del CSN a mejorar los canales de información. Hubo varios alcaldes que se enteraron del suceso, sin precedentes en España, a través de los medios de comunicación. Esto sucedió pese a que tanto en CSN como la Subdelegación del Gobierno en Tarragona enviaron el pasado sábado, al hacerse público el suceso, sendos faxes a todas las dependencias municipales. El fin de semana los ayuntamientos de estas pequeñas poblaciones permanecen cerrados.

Tanto el CSN como responsables de la central, que también asistieron a la reunión, aseguraron haber cumplido escrupulosamente con los protocolos de comunicación. "Otra cosa es que deban cambiarse estos protocolos", según fuentes de la planta.

De momento, y con la investigación aún abierta, el CSN ha calificado el incidente como de nivel 1 en la escala internacional de sucesos nucleares, que va del nivel 0, el menos grave, al 7. Juan Carlos Lentijo, director de Protección Radiológica del CSN, dejó la puerta abierta a elevar esta calificación hasta un nivel 2, aunque quiso lanzar un mensaje tranquilizador a la población asegurando que pese a que se hallen nuevas partículas contaminadas en el exterior de la planta, éstas continuarán teniendo unos niveles de radiactividad ínfimos.

Sin embargo, la localización de estas partículas similares a motas de polvo es tan compleja que un operario debe acercar su medidor a unos 20 centímetros de ella para detectarla, por lo que Lentijo ya advirtió de que difícilmente la nueva batida encontrará nada. De hecho, durante el fin de semana pasado técnicos del CSN y de la planta han recorrido los alrededores de la central en la dirección del viento sin haber encontrado nada.

Por otra parte, el CSN ha forzado a la central a clausurar de manera temporal el sistema de ventilación del edificio donde se almacena el combustible gastado, que fue el foco de la contaminación que luego salió al exterior. El órgano regulador aseguró estar aún analizando la "gestión de la dirección de la central durante la crisis". Lentijo acusó a la dirección de haber cometido "deficiencias y errores" y dejó abierta la puerta a que el CSN termine por sancionar económicamente a Ascó.