Bruselas bendice el uso de móviles en los aviones

Los teléfonos móviles son una realidad de la vida moderna, reconoce la Comisión Europea, de la que pocos pueden escapar. Los aviones estaban hasta ahora libres de ellos, pero eso se ha acabado. Desde ahora un viajero podrá disfrutar de la conversación telefónica de su vecino de asiento en vuelos dentro de la UE. El Ejecutivo comunitario ha dado luz verde al uso de móviles en los aviones. Contra la temida cacofonía de altura, Bruselas sólo recomienda "sentido común".

El sistema ya lo puso en marcha la semana pasada Air France en ciertos vuelos, y la Comisión estima que en seis meses estará generalizado en la Unión, con algunas compañías ofreciéndolo en cuestión de semanas.

La comisaria de Telecomunicaciones, Vivian Reding, anunció ayer una nueva regulación de la telefonía móvil a escala comunitaria que permitirá a los usuarios conectar desde el avión vía satélite con las redes terrestres de las compañías telefónicas, siempre que el vuelo haya alcanzado 3.000 metros (es decir, no en despegue y aterrizaje) y se usen móviles GSM, dado que la nueva armonización tecnológica no cubre a la telefonía de tercera generación.

Bruselas busca centrar en una sola ventanilla nacional la solicitud de la correspondiente licencia, con vistas a que una compañía aérea pueda obtener en su país de base el permiso para usar las redes telefónicas de todos los que sobrevuele en la UE.

En la fase inicial, las tarifas no estarán reguladas, pero la Comisión dice que velará para que no se cometan abusos. "Si los consumidores reciben facturas de escándalo, el servicio no despegará", advierte Reding. Al igual que se inhibió en los trenes, Bruselas no tiene intención de regular lo que el portavoz Martin Selmayr denominó "zonas de tranquilidad" en los aviones. "Cada compañía debe decidir qué hace", alegó.