Frenazo en seco
Como es usual en las primeras semanas de cada mes, en ésta hemos conocido abundante información sobre la marcha de nuestra economía. Desde el avance del IPC de marzo hasta los indicadores de opinión o clima de los consumidores y empresarios, pasando por otros tan relevantes como el paro registrado, las afiliaciones a la Seguridad Social y las ventas de automóviles, también de marzo; el IPI, las ventas al por menor, la encuesta de ocupación y precios hoteleros y el gasto de los turistas de febrero; y los resultados de la Central de Balances del cuarto trimestre del pasado año. Las pernoctaciones totales en hoteles y el gasto de los turistas extranjeros registraron fuertes crecimientos interanuales (9,3 y 12,3%, respectivamente) y el IPI (1,8% corregido de calendario) también mejoró las previsiones, pero hay que tener en cuenta que los primeros datos no están corregidos de calendario, cuestión fundamental en este año bisiesto, y en el caso del IPI, parece que la corrección del calendario que ha hecho el modelo utilizado por el INE se queda bastante corta, pues este año el mes de febrero ha tenido un día laboral más, es decir, un 5%, mientras que la corrección es del 2%. En general, y salvo estos indicadores, que hay que poner en cuarentena, el resto dibujan un primer trimestre de 2008 peor de lo que preveíamos los analistas, tanto en inflación como en crecimiento del PIB y del empleo.
La pérdida de dinamismo de nuestra economía está siendo muy rápida
El indicador más relevante, a estos efectos, es el de afiliaciones a la Seguridad Social. Corregido de factores estacionales, el número medio de afiliados en alta laboral volvió a disminuir en marzo por tercer mes consecutivo en unas 31.000 personas. Si hacemos la media del primer trimestre y la comparamos con la del trimestre anterior, también obtenemos una reducción de 14.000, un 0,1%. Es decir, según este indicador, el empleo en términos tendenciales ha sufrido un frenazo en seco en el primer trimestre del año. Eso quiere decir que el crecimiento de la economía se ha reducido ya hasta el umbral por debajo del cual no se crea o se destruye empleo. Este umbral es el crecimiento tendencial de la productividad, que en España se sitúa por debajo del 1% anual (0,2% trimestral).
En conclusión, el aumento del PIB en el primer trimestre se habría reducido a ese 0,2% trimestral, lo que implica que la tasa interanual se habría situado en el 2,7%, frente al 3,5% en el trimestre anterior (gráfico izquierdo). Por supuesto, habrá que esperar a tener información más completa, entre ella la de la EPA, pero todo apunta a que la pérdida de dinamismo de nuestra economía está siendo muy rápida, tan rápida que a los analistas nos obliga a aumentar la cadencia de nuestras revisiones, pues a las pocas semanas de llevarlas a cabo ya se quedan obsoletas. Justamente publicaba esta semana el Banco de España las suyas, con un crecimiento medio anual del PIB del 2,4% para 2008 y 2,1% para 2009, cifras que a muchos les sorprendieron por pesimistas. Pues bien, si se confirma este raquítico crecimiento del primer trimestre, estas tasas se quedarían largas, y habría que irse a cifras del orden del 2% para 2008 y del 1% para 2009.
Como no se crea empleo, todo el aumento neto de la fuerza laboral va a engrosar el paro (gráfico central). La caída de la construcción y la moderación del consumo (gráfico derecho) parecen haber sido los principales responsables de la fuerte desaceleración de la economía en el primer trimestre.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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