Mondragón seguirá gobernado por ANV

Mondragón (Guipúzcoa) seguirá teniendo gobierno y alcaldesa de ANV a pesar de que el grupo municipal de la izquierda abertzale no condenó el asesinato del ex edil socialista, Isaías Carrasco, a manos de ETA el pasado 7 de marzo. La moción de censura que impulsaban el PSE-EE y el PP para desalojar del poder a la regidora, Inocencia Galparsoro, no ha prosperado finalmente. La falta de apoyo del PNV y Aralar a esta medida impide la formación de un gobierno alternativo en el municipio.

La fragmentación de partidos complicaba la composición del Consistorio de Mondragón. Antes del atentado estaba gobernado por un pacto establecido entre los 7 concejales de ANV y los 3 de Ezker Batua-Zutik frente a la oposición del PSE-EE con 4 ediles, PNV con 3 y EA, Aralar y PP con uno cada uno. EB rompió su pacto con ANV y salió del gobierno tras el atentado. Sin embargo, desde un principio, los socialistas tuvieron sólo el apoyo sin fisuras del PP para la moción de censura. A la vez, constataron una actitud muy poco dispuesta al apoyo a una moción que, de prosperar, impulsaría necesariamente al gobierno y a la alcaldía de Mondragón a los socialistas vascos.

Egibar reconoció que la alcaldesa no cumple los "mínimos éticos"

Rojo califica de "indignidad" y de "acto de cobardía" la negativa del PNV

Ayer se esclareció la incógnita en una reunión celebrada en la sede del PSE de San Sebastián entre los responsables de las ejecutivas de los partidos concernidos. La semana anterior, al no ponerse de acuerdo, decidieron darse siete días de "reflexión". Ayer terminaba el plazo de respuesta a un atentado que había ocurrido casi un mes antes.

La negativa del PNV fue comunicada en la reunión por el presidente guipuzcoano, Joseba Egibar. Su decisión, que se produce el mismo día en el que el PNV obtiene claras ventajas en el Congreso y el Senado en Madrid gracias al PSOE, impidió prosperar la moción de censura, ya que el PSE necesitaba los 11 votos para la gobernabilidad futura del municipio.

Joseba Egibar se trasladó a su sede donostiarra para explicar la decisión y comenzó a la defensiva afirmando que el PNV no necesita "certificar" su trayectoria política, democrática y de defensa de los derechos humanos, adelantándose así a las "presiones" que iba a recibir.

Entre los argumentos que ofreció, dijo que su partido no cree que vías como la moción de censura "conduzcan a la normalización". Insistió en que el actual escenario que incluye la presencia de ANV en determinados ayuntamientos se produjo en el contexto de un acuerdo "tácito" según el cual, si no hay atentados de ETA, habría listas electorales, en referencia al fallido proceso de paz. "Y tras el atentado de la T-4, se quedó en listas a medias", añadió. Citó como protagonistas del supuesto pacto al ministro del Interior y al abertzale Pernando Barrena.

En contraposición, Egibar dijo que el PNV no ha firmado ningún pacto "ni tácito ni expreso" con ANV. Incluso recordó que su partido ha sido desplazado de alcaldías que le correspondían por iniciativa de esta sigla de la izquierda abertzale que selló pactos con partidos como EA y EB en ayuntamientos de Vizcaya y de Guipúzcoa.

El dirigente peneuvista admitió que la alcaldesa de Mondragón debería haber dimitido porque no cumple los "mínimos éticos" al callar ante el atentado. Pero añadió que el problema no es tanto la actitud de la alcaldesa como la "posición activa y consciente de los 3.303 vecinos de Mondragón que votaron a ANV".

Según Egibar, el "guión político y social" exige ahora apoyar una moción de censura. "Pero nosotros no la vemos", dijo. "Aunque estamos dispuestos a estudiar alternativas de pedagogía social y política sobre el electorado que dio su voto a ANV pensando que sería un actor fundamental en el proceso de paz".

La decisión fue adoptada por la ejecutiva de Guipúzcoa, pero Egibar aseguró que es "compartida" por el EBB, máximo órgano del partido, en cuya reunión del pasado lunes se trató el tema. Militantes consultados por este periódico no compartían la decisión y la atribuían al interés de Joseba Egibar en que la izquierda abertzale apoye el próximo mes de junio en el Parlamento de Vitoria el plan soberanista del lehendakari.

Tras el encuentro en la sede socialista, el interlocutor del PSE, Manuel Huertas, mostró su decepción y advirtió de que la postura del PNV "condicionará la relación política en el futuro" con los socialistas. Explicó que no se trata de un problema local de Mondragón, sino que afecta a la "unidad necesaria" que hace falta para luchar contra el terrorismo. "No aceptar la moción es un acto de cobardía y vilipendia los más elementales principios democráticos", dijo Huertas.

El socialista Javier Rojo, reelegido ayer mismo presidente del Senado, calificó de "indignidad" y "acto de cobardía" la negativa del PNV de cuyos dirigentes dijo que los vascos no los merecen. "No puede ser que un día te den el pésame y otro no tengan el coraje de echar a una alcaldesa indigna", añadió.

El coordinador de EB de Guipúzcoa, Antton Karrera, declaró tras la reunión que su formación había decidido apoyar la moción de censura porque la alcaldesa de Mondragón "no es digna de mantener la dirección de ese ayuntamiento" tras negarse a condenar el atentado.

La presidenta del PP guipuzcoano, María José Usandizaga, declaró que es un día triste para los vascos y los demócratas porque "el PNV se ha vuelto a retratar: ha demostrado su falta de voluntad de acabar con ETA". En cuanto a EA, dispuesta a apoyar la moción, se retiró al no prosperar ésta. Por su parte, Aralar explicó su voto contrario porque "no aporta nada".