Amaina la tormenta

Empieza a escampar la tormenta desatada sobre los intereses de la primera petrolera española en Ecuador. "Deseo que Repsol sea la empresa extranjera emblemática, modelo de cómo se deben hacer las cosas en nuestro país", señaló el presidente de la República latinoamericana, Rafael Correa, tras la reunión celebrada esta misma semana en el Palacio de Carondelet, sede oficial de la Presidencia de Ecuador, en Quito, con el presidente de la petrolera española, Antonio Brufau.

Tanto Brufau como Correa manifestaron su voluntad de que las conversaciones que actualmente se mantienen para la renegociación de los contratos petroleros puedan concluirse con éxito durante las próximas semanas. Las negociaciones abarcan desde la extensión del plazo de las actuales concesiones petrolíferas de Repsol hasta el marco impositivo de los contratos.

"Deseo que Repsol sea la empresa extranjera emblemática, modelo de cómo se deben hacer las cosas en Ecuador", dice el presidente Correa

Correa, que se reunía oficialmente por primera vez con un presidente de una compañía petrolera internacional, aseguró que su Gobierno está absolutamente implicado en conseguir que "las empresas petroleras como Repsol puedan hacer negocio en su país, siempre que ello redunde también en beneficio de Ecuador".

Mayor dividendo

Por su parte, Antonio Brufau, tras el encuentro en el Palacio de Carondelet, destacó: "El Bloque 16 -principal activo exploratorio de Repsol en Ecuador- es el ejemplo más evidente de cómo se puede trabajar de un modo eficiente y, a la vez, responsable y respetuoso con un país y sus recursos naturales".

Empieza así a amainar la tormenta que se desató hace algunos meses sobre las petroleras internacionales que operan en Ecuador al decidir el Ejecutivo cambiar las condiciones contractuales y aplicarles un fuerte incremento impositivo. Varias petroleras, además de Repsol, como Andes Petroleum, Canadá Grande, Petrooriental, Repsol y Perenco, han mostrado su disposición de aceptar una renegociación de sus contratos a realizar dentro de una normativa legal que permite que el Estado dé seguridad jurídica a la inversión privada, tanto nacional como extranjera, dentro de un equilibrio económico y con una mejor participación para el país.

El Consejo de Administración de Repsol YPF, por otra parte, va a proponer a la próxima junta general de accionistas, que se celebrará el 14 de mayo, la distribución de un dividendo bruto total correspondiente a 2007 de un euro por acción. Esta cifra supone incrementar un 39% el desembolso realizado el ejercicio anterior.

Para llegar al euro de remuneración al accionista, Repsol todavía debe abonar el dividendo complementario, que será de 0,50 euros brutos por acción y se pagará el 9 de julio.