Las firmas gallegas ya venden tanto en el extranjero como al resto de España

Las empresas gallegas están aumentando a un ritmo del 12% anual sus ventas al extranjero, al tiempo que mantienen casi estancado su comercio con el resto de España. El resultado es que los productos gallegos ya casi tienen tanta salida internacional como en el mercado nacional. Según las estimaciones oficiales publicadas este mes por el Instituto Galego de Estatística (IGE), en 2007 Galicia vendió 19.724 millones de euros a otras autonomías y 15.999 millones de euros fuera de España.

Se trata de un dato totalmente contradictorio con la media española y que convierte a la industria gallega en la más especializada en comercio internacional. De hecho ciudades como Vigo y A Coruña ocupan, respectivamente los puestos cuarto y octavo de España, entre los centros más exportadores, muy por encima de sus dimensiones demográficas y de Producto Interior Bruto.

Sin embargo, el mercado español es cada vez menos atractivo para las compañías gallegas. ¿Por qué? El análisis de los productos que Galicia exporta explica el mejor resultado internacional frente al nacional.

Las empresas gallegas envían al extranjero productos industriales elaborados y de alto valor añadido: fundamentalmente coches, prendas de vestir, barcos y alimentos de pescado. Sin embargo, el resto de España sigue comprando en Galicia esencialmente materias primas: terneros, madera, leche, pescado sin elaborar, aluminio o electricidad. La descompensación es cada vez más grande y está generando un enorme déficit de Galicia con el resto de las autonomías españolas.

Vender pasta, traer papel

El comercio de Galicia con el resto de España generó, en 2007, un déficit de 8.166 millones de euros en contra de la economía gallega y ya sitúa el déficit exterior de la comunidad en números rojos del 15,7% del PIB.

Economistas gallegos como los profesores Albino Prada y Santiago Lago están analizando el problema, aunque todo parece indicar que el comercio Galicia/España continúa anclado sobre las mismas bases del subdesarrollo industrial. Galicia sigue vendiendo terneros e importando vacas del resto de España; envía celulosa y se ve obligada a comprar papel; es el mayor productor de madera, pero importa la práctica totalidad de los muebles que consume; produce toneladas de cueros pero apenas fabrica un par de zapatos.

El resultado es que Galicia le compra cada vez más productos elaborados al resto de España (27.890 millones de euros en 2007) y el déficit comercial se agranda. En 1995 el déficit comercial de Galicia con el resto de las autonomías apenas superaba los 2.000 millones de euros (diez veces menos que ahora) y el 11% del PIB.

Las ventas de productos gallegos fuera de Galicia son esenciales para el sostenimiento de la economía ya que en 2007 representaron un 70% del Producto Interior Bruto de la comunidad autónoma.